Por Rocío de Jesús
Una gran diferencia en la organización se percibe en esta última jornada de vacunación contra el Covid en que es vacunada la población de 30 a 39 años, luego de que la Guardia Nacional tomara el control. Menos horas de espera, más fluidez en el avance de las filas, e incluso menos pleitos con los llamados servidores de la nación.
En esta ocasión se entregan números con las dosis en existencia a las personas que llegan, sin hacerlas esperar en vano, haciendo fila para al final decirles a personas que habían permanecido horas, que se acabaron las vacunas.
Fueron demasiadas las quejas de la población relacionadas con la desorganización e incluso maltrato que sufrieron al intentar aplicarse la vacuna.
A diferencia de la jornada en que recibieron la primera dosis, en que esperaron más de 6 horas, personas de este grupo de edad esperaron en promedio una hora y media, destacando el orden de los elementos de la Guardia Nacional.
De diciembre a la fecha, tiempo en que se ha estado vacunando a la población, los Servidores de la Nación protagonizaron hasta pleitos con la población, al no tener la capacidad necesaria para organizar este tipo de eventos masivos y lidiar con cientos de personas.
La gota que derramó el vaso ocurrió durante la brigada del bloque de 18 a 29 años, hace una semana, en la cual por convocar personas de rezago, se presentaron fuertes protestas porque las dosis resultaron insuficientes los tres días que duró la jornada.
Ante esto, elementos de la Guardia Nacional apoyados por elementos del Ejército, coordinan las filas y entrega de turnos, y bajo su organización, las brigadas se han desarrollado en completa tranquilidad.
Y fue precisamente que debido a esos últimos eventos, que hasta a los medios de comunicación se les restringió el acceso al área de vacunación y ahora solo permiten fotos del exterior a menos que se porte una identificación del medio, entonces se da acceso al interior con tiempo limitado para tomar fotografías.