La Princesa Charlene de Mónaco estuvo al borde de la muerte en Sudáfrica tras someterse a diversas cirugías y presentar una alarmante pérdida de peso, de acuerdo con fuentes de Page Six.
Algunos allegados a Charlene expresaron su preocupación de que la familia real de Mónaco haya subestimado lo grave de su condición luego de que el Príncipe Alberto, su esposo, afirmara en entrevista la semana pasada que ella ingresó a rehabilitación tras su regreso.
«Es injusto que se la represente como si tuviera algún tipo de problema mental o emocional. No sabemos por qué el palacio le resta importancia al hecho de que ella casi muere en Sudáfrica», comentó una fuente.
Se añadió que la Princesa, de 43 años, sufrió una infección grave de oído, nariz y garganta, lo que le ocasionó una sinusitis y deglución derivadas de una cirugía anterior.
«No ha podido comer alimentos sólidos en más de seis meses debido a todas las cirugías por las que ha pasado. Sólo ha podido ingerir líquidos a través de un popote, por lo que perdió casi la mitad de su peso corporal», agregó el informante.
«Definitivamente no está perdiendo la cabeza ni sufre problemas graves de salud mental. Ella está agotada por seis meses de cirugías y una incapacidad para comer adecuadamente como resultado. Y extrañaba desesperadamente a sus hijos y a su esposo mientras estaba atrapada en Sudáfrica, porque no podía viajar a casa».
Los señalamientos sobre el bajo peso de Charlene comenzaron tras una publicación en Instagram del pasado octubre donde, según internautas, se le veía delgada y frágil, y se dispararon tras su retirada de un evento oficial el pasado 19 de noviembre debido a una presunta fatiga general.
El Príncipe Alberto dijo a People que su esposa fue admitida en un centro de tratamiento a las afueras de Mónaco por su malestar general tras pasar 10 meses en Sudáfrica, y que permanecerá ahí durante varias semanas.
En su ausencia, Charlene se perdió de su décimo aniversario de bodas, lo que provocó nuevos rumores de una posible ruptura con Alberto presuntamente porque él la había engañado, aunque el descendiente de la familia Grimaldi negó estos señalamientos.
«No hay problemas con su matrimonio, aparte de que Charlene extrañaba desesperadamente a sus hijos y a su esposo mientras estaba fuera. La verdad es que estaba demasiado enferma para viajar a su hogar; si hubiera podido volver con su familia, habría estado ahí de inmediato», aclaró otra fuente.
«Sé que hay rumores por ahí, y déjenme decirlo: esto no es Covid. Y no está relacionado con el cáncer. No es un problema de relación personal. Y si se desea discutir otra especulación, no está relacionado con cirugía plástica o trabajos faciales en absoluto», comentó Albert hace tiempo a People.
El Príncipe también reveló que su pareja había decidido junto con él buscarle ayuda y tratamientos para su salud en algún lugar fuera de Mónaco al tiempo en que regresara.
«Ella ya había tomado su decisión y sólo queríamos que nos la confirmara frente a nosotros. Ella quería esto. Ya sabía que lo mejor que podía hacer era ir a descansar y tener un tratamiento médico real. Y no en Mónaco. Por razones de privacidad, tendría que estar en algún lugar fuera de Mónaco», aseguró.
«No se puede obligar a nadie a entender que necesita tratamiento, tienen que aceptarlo ellos mismos. Ella ya estaba a favor de ello. Lo sabíamos. Solo queríamos que se confirmara frente a nosotros. Queríamos decirle que la queremos mucho, que estuvimos ahí para ella y que el aspecto más importante para ella es su salud».Hora