México registra una de las tasas de participación laboral femenina más bajas, no solo de la OCDE, sino de América Latina, advirtió la red Acción Ciudadana Frente a la Pobreza (ACFP).
Si bien se han recuperado los niveles de ocupación previos a la pandemia, indicó, también se han restaurado y agudizado las condiciones laborales precarias, con trabajos sin remuneración suficiente, sin seguridad social y sin contrato.
«Millones de mujeres carecen de ingreso propio y quienes trabajan perciben salarios que no son suficientes para superar el umbral de pobreza y trabajan sin seguridad social. Esa es la raíz económica de la desigualdad de género, que resta autonomía a las mujeres y crea condiciones de riesgo a situaciones de violencia, tanto en la calle como en las casas», señaló Paulina Gutiérrez, integrante de ACFP.
La autonomía económica de las mujeres, remarcó la red, es condición indispensable para avanzar hacia la igualdad sustantiva.
Mantener a este sector excluido de las estructuras laborales, advirtió, reduce en casi la mitad el tamaño del mercado interno, frena el crecimiento económico, limita la recaudación fiscal y niega los derechos a la salud y al trabajo.
Hay casi 14 millones de mujeres, alertó, que no pueden siquiera salir a buscar trabajo por estar confinadas a labores domésticas y trabajos de cuidado.
«Nos sumamos a la exigencia del movimiento de mujeres al Senado para aprobar la minuta de reforma constitucional que haría posible la construcción de un sistema nacional de cuidados, lo cual abriría las puertas al ejercicio de la autonomía de las mujeres, que ya fue aprobada por unanimidad en la Cámara de Diputados desde fines de 2020 y está congelada desde hace más de un año», indicó.
«También expresamos nuestra preocupación por la cancelación de las escuelas de tiempo completo, que son componente indispensable de cualquier sistema público de cuidados».
De acuerdo con los resultados más recientes de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, la tasa de participación femenina en México en enero pasado se ubicó en 43.1 por ciento, lo que representó un incremento de 2.5 puntos respecto al mismo mes de 2021.
La cifra, sin embargo, se encuentra todavía 1.9 puntos por debajo de la de enero de 2020. En el caso de los hombres, el rezago era de 0.7 puntos.
En tanto, el 41.7 por ciento de las mujeres ocupadas ganaba hasta un salario mínimo, por 29.5 por ciento para los hombres.