Una reforma migratoria en Estados Unidos es indispensable no solo por los millones de indocumentados que viven en incertidumbre dentro del país, sino debido al envejecimiento de la población y la caída de la fuerza laboral, afirman expertos.
Sin los migrantes que apuntalen la actividad estadounidense, o incluso las universidades de la nación, EU podría quedar a la zaga de otros países, explicó a Grupo REFORMA Ariel Ruiz, analista del Migration Policy Institute (MPI).
«Estamos haciéndonos una sociedad con menos y menos personas jóvenes, y entre más y más adultos dejan de trabajar o se jubilan menos de ellos van a poder contribuir al sistema que está perdiendo muchas personas», indicó Ruiz en entrevista.
«Estamos perdiendo mucha competencia ante otros países en términos de universidades y pensamos que tiene que haber un cambio porque si no al final la demografía nos va alcanzar».
La pandemia de Covid-19 impactó casi todos los aspectos de la economía estadounidense, incluyendo la fuerza laboral, un indicador que hace referencia al subconjunto de la población que trabaja o está activamente buscando empleo.
En 2020, aunque la población de EU creció en 1.2 millones de personas respecto a 2019, la fuerza laboral cayó en 2.8 millones de individuos durante el mismo periodo, de acuerdo con la Oficina de Estadísticas Laborales de EU (BLS, en inglés).
En ese mismo sentido, la tasa de participación laboral, es decir, el porcentaje de la población que forma parte de la fuerza de trabajo cayó de 63.1 en 2019 a 61.7 por ciento en 2020.
Y para 2030, según las proyecciones de BLS, esta tasa caería 1.4 puntos porcentuales, hasta el 60.4 por ciento.
Aunado a eso, los modelos también muestran que las tasas de participación laboral serán mayores entre los grupos de más edad. En la próxima década, el grupo de más de 65 años representará el 60 por ciento del crecimiento de la fuerza de trabajo. En contraste, antes de 2010 casi todo el crecimiento estaba impulsado por el grupo de 25 a 64 años.
A medida que se acercan las elecciones intermedias de noviembre, el Presidente Joe Biden podría unirse a una lista de Mandatarios que han incumplido su promesa de modificar el sistema migratorio del país, ante la posibilidad de perder la estrecha ventaja que el Partido Demócrata tiene en el Congreso.
A inicios de su mandato, Biden envió su iniciativa de reforma, que proponía otorgar un camino a la ciudadanía para 11 millones de indocumentados que viven en EU. Los demócratas, no obstante, no han podido llegar a un acuerdo para avalar el proyecto, e intentos de incluir fracciones de la propuesta en otras iniciativas han fracasado repetidamente.
Ante este panorama, Ruiz, el analista del MPI, ve más plausible la aprobación de una reforma a la migración legal. Este esfuerzo, agregó, podría también incluir soluciones para los Dreamers, aquellos jóvenes migrantes que fueron llevados ilegalmente a EU cuando eran menores de edad.
«Una reforma migratoria, y de hecho quizás la que pensamos que tuviese más oportunidad (de aprobarse), es también reformar el sistema de migración legal a EU de los trabajadores H-2A, H-2B o H-1B, que van a seguir siendo un componente muy importante», apuntó Ruiz.
«Para eso pienso que el Presidente va a tener otra oportunidad después de este Congreso. Aunque no sea una oportunidad para cubrir a los 11 millones de personas indocumentadas».