Un ataque con misiles en las afueras de Lviv, una ciudad en el oeste de Ucrania que ha sido un refugio para las personas que huyen de las zonas sitiadas, sacudió la relativa paz en ese lugar.
El ataque puede haber sido un intento de golpear las capacidades de la fuerza aérea de Ucrania porque los medios de comunicación locales informaron que una planta en el aeropuerto es «la única empresa en Ucrania que reacondiciona MiG-29 para la Fuerza Aérea de Ucrania».
«Misiles impactaron en el barrio del aeropuerto de Lviv», publicó en Facebook Andriy Savody, el Alcalde de esa ciudad situada cerca de la frontera polaca, asegurando que el bombardeo no afectó directamente a las instalaciones del aeropuerto sino a una planta de reparación de aviones.
No causó víctimas, agregó.
«Se trata de un bombardeo contra la ciudad de Lviv, un centro humanitario donde se encuentran más de 200 mil desplazados», lo que demuestra que «(los rusos) luchan, no contra los militares, sino contra la población», acusó Maksym Kozytsky, Gobernador regional de Lviv, dando cuenta de un herido leve.
Los misiles que cayeron de madrugada sobre las afueras de Lviv (Leópolis, en español) fueron el ataque que más se ha acercado, hasta la fecha, al centro de la ciudad.
«Escuchamos la alarma. Nos habían advertido (…) pero no nos refugiamos porque no tenemos miedo de nada», afirmó Olga, de 56 años.
«Por la noche, rezamos por todas nuestras ciudades sometidas al ataque vicioso de Putin».