Eduardo Limón León recuerda que ser diputado de las minorías en los años 70 era luchar contra un régimen que avasallaba, pero al mismo tiempo se sembraba democracia para el país.
«Nos reconocían, no solo la calidad oratoria de los diputados, reconocían la capacidad intelectual, reconocían el conocimiento profundo de la materia que se discutía, sí perdíamos todas las votaciones, eso ya lo sabíamos, pero estábamos sembrando democracia para que un día pudiera prevalecer la razón y no la sinrazón», menciona.
Lamenta que al Presidente Andrés Manuel López Obrador se le haya olvidado lo que es ser parte de las minorías y se quiera parecer al PRI de Luis Echeverría.
«Los diputados de partido realmente nos sentíamos representando a las minorías, que era el espíritu que manejaba el PAN para defender que hubiera diputados de partido, que se respetara que tuviéramos las minorías en la Cámara.
«En este punto, a este Presidente López Obrador ya no le interesa eso, porque ya se le olvidó cuando era minoría y ahora quiere ser como el PRI de antes, que era aplastante, que era apabullante», menciona el ex legislador.
De 74 años, relata que fue diputado de la 49 Legislatura a los 25 años. Había 190 diputados del PRI y 25 del PAN, 10 del Partido Popular Socialista y 7 del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, para un total de 232, ni la mitad de los 500 que actualmente hay.
Sesionaban en la sede de Donceles. Ahí, dijo, el PRI dejaba que la minoría se expresara.
Antes de que existiera la figura de la representación proporcional o plurinominales, había «diputados de partido», una forma de reconocer a quienes habían tenido votaciones altas pero no habían ganado. Recuerda que estar en una legislatura donde prevalecía el PRI había muchas presiones, porque querían tener votaciones de unanimidad, no por mayoría.
«Hoy todo lo que observamos de este Gobierno es una vuelta a los 1970 de Luis Echeverría, haciendo exactamente lo que está haciendo López Obrador. Eliminar a pluris, qué difícil momento para México, que se desprecie a las minorías. Los partidos hacen su lucha para tener un mínimo de votos y tener una representación, para que no deje de haber representación de todas las conciencias», considera en entrevista.
Recuerda que el PRI dejaba que hubiera debate en tribuna.
«Te dejaban tomar la palabra, defender tus principios y a la hora de la votación, era aplastante el voto a favor. Pero había una especie de vergüenza en esos priistas de antes, muchos te decían ‘Eduardo, no es tu momento’, a Francisco Bolio ‘no es tu momento’, a Garavito, ‘no es tu momento, estuviste brillante como siempre, pero no es el momento de ustedes’.
«Nos invitaban a comer, para pasarse toda la comida completa diciéndonos que qué razón teníamos en defender ciertas posiciones, que la razón nos asistía para oponernos a tal punto, pero que ellos, por lealtad, por disciplina, debían, tuvieron que votar en tal sentido, pero que no cejáramos en el intento, porque algún día nosotros podríamos ser mayoría», resalta Eduardo Limón.
Era una época, menciona, en la que, sin embargo, se reconocía el esfuerzo que hacían las minorías en el debate parlamentario.
Algo en particular, explica, es que había vergüenza por el mayoriteo cuando aceptaban que la minoría tenía la razón..
«Los diputados de ahora ya no tienen esa vergüenza, no es que perdonemos a los del PRI, es que deveras tenían vergüenza de haber sostenido falsedades en Tribuna. Eso ya se perdió, se burlan, hacen mofa de lo que diga el PAN, festejan sus triunfos con los votos cuando son apabullantes, en contra de la razón», explica.
Sí, asegura, reconocían en el PRI que les daban línea y les daba vergüenza, rememora.
«Se ha perdido esa especie de principio ético, que era muy elemental, perdieron principio ético, pues reconocían que les daban línea y que les daba vergüenza», puntualiza.