SALTILLO, COAHUILA. – Durante la despedida para llevarla a su última morada, la familia de la maestra Susana exigió este domingo justicia y todo el peso de la ley contra el presunto feminicida que el pasado jueves dejó en el desamparo a sus tres hijos.
“Ojalá las autoridades puedan ejercer su trabajo y que se apliquen todos los cargos que marca la ley. Hasta ahora sólo sabemos que lo apresaron. Estamos confiados en realicen su trabajo”, dijo su hermano Leopoldo.
Nora, la cuñada de Susy, pidió que a Iram se le procese con todo el peso de la ley, sin importar el desempeño social que llevaba, pues lo que hizo no tiene ni debe tener perdón de Dios, ni de la justicia.
“Que no tenga un solo día de libertad porque lo que él le hizo a su esposa, a sus hijos, a la familia de mis suegros, eso no tiene perdón de Dios, ni debe tener perdón de la justicia tampoco”, recalcó.
‘ENSEÑABA OTRA CARA’
Leopoldo, quien es uno de los cuatro hermanos de la maestra, lamentó consternado los hechos y, sobre todo, que sus tres sobrinos, hijos de Susy, fueran testigos de la terrible situación casi al instante; pero, además, señaló que su hermana no debió perder la vida de esa manera.
Susana era la menor de cinco hermanos; solo ella y otra de sus hermanas vivían en Saltillo, al igual que sus padres, los demás viven en Estados Unidos.
Leopoldo pidió a las mujeres que atraviesan una situación de riesgo con sus parejas, no quedarse calladas, que demanden e informen a las autoridades sus situaciones.
“Estas tragedias suceden a raíz de que se quedan calladas”, mencionó y añadió que no tenía idea de que Iram fuera a actuar así: “enseñaba otra cara, siempre fue atento. Nunca llegué a pensar que fuera a actuar de esa manera”.
‘UNA MADRE EJEMPLAR’
Por ahora el niño de siete años, y las adolescentes de 13 y 17 años se encuentran con la familia donde están recibiendo el apoyo necesario de su tía y de sus abuelos.
Leopoldo recordó a su hermana, quien deja un gran legado a su familia. “Definitivamente siempre fue muy alegre, muy luchona, muy trabajadora, buena madre, buena hermana y buena hija. Era bien carismática y bien emprendedora en lo que realizaba”, describió.
Nora, mencionó que la partida de su cuñada les deja un gran dolor como familia porque se trató de una injusticia que no debió pasar.
“Susy no merecía esto; para ella sus hijos, sus papás y sus hermanos siempre fueron primero; para ella la familia era primero”, recalcó.
Fue el pasado 16 de abril cuando Nora sostuvo la última conversación telefónica con Susy, mientras preparaban una sorpresa por el próximo cumpleaños de Leopoldo; los planes quedaron truncados, pero ella se queda con los recuerdos de una madre ejemplar, quien se separó de su esposo para darle una mejor vida a sus hijos.
“Independientemente de que hubieran estado separados, él no tenía ningún derecho de quitarle la vida, de quitarle su madre a sus hijos; no deberían pasar estas cosas, pero lamentablemente sucede”, lamentó. Nora asegura que el amor a ella es el que les dará las fuerzas en medio de esta situación, para poder seguir apoyando a sus hijos. (Con información de El Diario)