TORREÓN, COAHUILA.- Olga Lidia Núñez Muñoz es madre de José Pablo Torres Núñez. La última vez que supo de su hijo fue el 26 de noviembre de 2019. El muchacho estaba a un lado de su casa en la colonia Exhacienda La Perla cuando hombres armados a bordo de una camioneta se lo llevaron y desde entonces no ha sabido nada.
La vida no ha vuelto a ser igual para Olga. Perdió la paz, la tranquilidad y ayer 10 de mayo dice: «Tengo tres hijos, pero hoy, ¿qué puedo festejar si me falta uno? Es un día muy triste, con sentimientos encontrados, donde yo digo ¿qué festejo? Mi hijo más chico me quería llevar a festejar y yo le digo: ‘hijo, tú me tienes más tiempo, hoy tengo que salir a marchar'».
Entre lágrimas y con la voz entrecortada, Olga no pierde la esperanza de volver a abrazar a José Pablo y decirle que lo ama con todo su corazón.
«Hasta que Dios me dé vida voy a seguir buscando, espero en Dios que me ayude a encontrarlo pronto porque al perder la paz ya no vivo tranquila, hay angustias, hay miedo, se fue el sueño, se fue el hambre, muchas cosas pierde uno al perder la paz».
Olga ya no confía en las autoridades. La carpeta de investigación no ha tenido avances en estos dos años y «cada día que pasa se va perdiendo la esperanza de encontrarlo con vida».
SE UNEN COLECTIVOS
Como Olga, madres de personas desaparecidas marcharon el 10 de mayo en Torreón. Lo hicieron minutos después de las 10 de la mañana.
Se unieron los colectivos Voz que clama Justicia por Personas Desaparecidas, Búscame, Buscando Desaparecidos México; Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila y México (FUUNDEC-FUNDEM); Ranades (Rastreadores Nacionales de Personas Desaparecidas), Caravana Internacional de Búsqueda de Desaparecidos y algunas instituciones educativas de nivel superior como la Universidad Iberoamericana.
La marcha la hicieron para visibilizar la problemática y exigir a las autoridades verdad y justicia. Salieron del Bosque Venustiano Carranza por la avenida Juárez y calzada Cuauhtémoc con rumbo a la Plaza Mayor.
María de la Luz López Castruita, coordinadora de esta actividad dijo que «hay mucho dolor» y que ha habido cierta resistencia por parte de la sociedad civil para solidarizarse con cada una de las familias, de ahí que es importante pedirle a la población que «no nos vean como un estorbo, lo hemos sentido desde que nos mientan la madre cuando vamos obstruyendo las calles. Pero si no fuera por esto, no volteaban a vernos un poco más las autoridades».
En la marcha, se lanzaron consignas de «Ahora, ahora, se hace indispensable, presentación con vida y castigo a los culpables», «Únete, únete que tu hijo puede ser» y «¡Este día no es de fiesta, es de lucha y de protesta». Las madres laguneras caminaron por la avenida Juárez con las fotografías de sus hijos e hijas, con banderas y rosarios. Terminaron la marcha en la Alameda Zaragoza, donde hicieron un pronunciamiento y una oración.