Por Wendy Riojas
A pesar de que el sueño americano les ha costado la vida; migrantes prefieren correr el riesgo que regresar a su país de origen donde padecen hambruna, desempleo y los obligan a trabajar para pandillas criminales.
Ayer Juan Ramón Carreón de 20 años y originario de Comayagua, Honduras, cargaba un cartelón en el Bulevar Pape de Monclova que decía: “Hermano Mexicano, disculpa soy de Honduras, apóyame yo sí como frijoles”
Juan Ramón mostraba el cartelón a los automovilistas que circulaban por el Bulevar Harold R. Pape con Bulevar Ejercito Nacional en Monclova, de Sur a Norte, ya que, busca llegar a Piedras Negras, Coahuila.
En la entrevista refiere que no le importa ‘correr los riesgos’ para llegar a Estados Unidos, ya que, se rehúsa a regresar a su país de origen donde viven hambruna, desempleo, inseguridad y nulo crecimiento.
El joven menciona que llegó el pasado martes a Monclova y que durmió en las instalaciones de Protección Civil y Bomberos, sin embargo, sale a pedir dinero para llegar en camión al municipio de Piedras Negras.
“Vengo en tren, pero, me dicen que aquí está muy feo, que los guardias andan quitando las cosas y ahora me quiero ir en camión de Monclova a Piedras Negras, pero, me cobra más de 500 pesos y quiero hacer pá la comida”.
El joven admite que sufren mucho, ya que, están propensos a una deshidratación, un golpe de calor o un accidente en su travesía y que muchas veces no llegan a su destino para cumplir el sueño americano.
“Muchas veces no llega uno, necesitas suero, agua o alimento, nosotros tenemos que salimos de Comayagua Honduras y a pesar de los riesgos seguimos…muchos se quedan en el tren o les mochan la pata (pie)”.
Sin embargo, refiere que a pesar de los riesgos prefiere seguir con su travesía hacia Estados Únidos ya que se rehúsa a regresar a su país, donde los obligan a trabajar para la pandilla criminal los Mara Salvatrucha
“Está muy feo allá, la Mara Salvatrucha, quieren que trabaje uno a fuerzas para ellos vendiendo droga, y yo tengo a mi mamá, a mi papá y a mis 2 hermanos, más chicos que yo, por eso me animé a venir”.
Al preguntarle que hacía en Honduras dice con seguridad: “Allá no hay trabajo, allá sufre uno mucho, dependía de mi papá de puros frijoles y sopita, pero ya, le quiero echar ganas y ver si puedo lograr el sueño americano”.
El migrante dijo desconocer la situación de los migrantes que quedaron atrapados en un camión de carga, donde murió un hombre y una mujer embarazada, sin embargo, se enteró a través de los medios de la muerte de 5 migrantes en vagón ferroviario.
Y reiteró: “En el vagón sufre uno mucho por el sol, el frío, el hambre, y ahora más con las altas temperaturas, si me pueden apoyar para el pasaje, la comida o el agua les agradecería mucho”, dijo en Bulevar Pape con temperaturas superiores a los 40 grados.