Saltillo, Coahuila.- Desde los dos años empezó a tener contacto con las aves y ahora, a sus 10 años, es un experto cetrero e incluso ha dado pláticas sobre este arte milenario, que llegó a México en 1983.
Jesús Sánchez Cárdenas heredó el gusto por la cetrería de su padre, Luis Carlos Sánchez Guevara, y cada fin de semana sale al campo a practicar esta actividad con diferentes aves como águilas, halcones y búhos, entre otras.
En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, Jesús acudió al Bosque Urbano a volar a Wally, un búho americano, de tres meses de edad.
Jesús explicó a los asistentes al Bosque Urbano las características del ave que lo acompañó este domingo y del equipo especial que se debe utilizar para protegerse.
Para realizar esta actividad se necesita de un equipo especial, para tener un mayor control sobre las aves, como son el guante, pijuelas, longa, muñequeras.
Con los halcones se utiliza una caperuza, que sirve para evitar el estrés. Se trata de una especie de gorro, con el que se le tapan los ojos y de esa manera, no se pone nervioso con lo que observa a su alrededor.
La cetrería es un arte milenario y reconocida por la Unesco desde el 2011.
En Arabia era un deporte de los reyes, con beneficio para las personas y las aves, porque al ayudarles en la cacería se les daba una parte de las presas.
Actualmente, la cetrería sirve para saber más del comportamiento de las aves y fomentar su protección y conservación.
En 1983 se hizo el primer proyecto de cetrería en México con la llegada de los españoles José Luis Ceballos, Manuel Diego Pareja Obregón de los Reyes y Félix Rodríguez de la Fuente, que la empezaron a difundir.