Por Yuriria Sierra
¿Cero emisiones?
-Uno de los programas estrella de esta administración no quedará fuera: Sembrando Vida.
En dos semanas, Andrés Manuel López Obrador tendrá uno de esos eventos que le gustan tanto: invitados especiales, simpatizantes y mucho aplauso. Tabasco será la sede y la refinería de Dos Bocas, el pretexto. El 2 de julio será la inauguración, el inicio del camino que nos lleve a la autosuficiencia, nunca más comprar combustibles a un país extranjero. Nunca más. Fue una promesa de campaña, es uno de los sueños de la Cuarta Transformación y sabemos que el Presidente va por sus deseos, así sean aeropuertos a medias o refinerías a las que aún les falta un periodo de prueba.
Contra los pronósticos, México le apuesta las energías no renovables, pero ayer, el presidente sorprendió; lo adelantó tras su encuentro con John Kerry, en el Foro de las Principales Economías sobre Energía y Acción Climática convocado Joe Biden.
López Obrador presentó un decálogo de acciones en la lucha contra el cambio climático. Contra sus actos, México se comprometió a esto: renovación y modernización de 16 plantas hidroeléctricas; también a incrementar la producción en 2 mil 85 gigawatts/hora anuales; Pemex invertirá 2 mil millones de dólares para reducir hasta en 98% las emisiones de metano en la exploración y producción petrolera (¡eso es entusiasmo!); además se construirá un parque solar fotovoltáico que generará mil megawatts, éste, en Puerto Peñasco, Sonora; casi 20 empresas estadunidenses invertirán para generar mil 854 megawatts de energía solar y energía eólica; se crearán parques solares y redes de transmisión en la frontera de México con Estados Unidos, esto permitirá la exportación a California y otros estados de EU; también se construirá una planta coquizadora en Tula, Hidalgo y, desde luego, otra en la refinería de Salina Cruz, Oaxaca, para transformar el combustóleo en gasolinas que generarán menos emisiones contaminantes.
Uno de los programas estrella de esta administración no quedará fuera: Sembrando Vida seguirá con su objetivo de sembrar un millón de hectáreas con árboles frutales y maderables, para los que emplea a 420 mil campesinos e invierte mil 500 millones de dólares anuales del presupuesto público, el objetivo, nos lo han dicho insistentemente, es permitir la absorción de 4 millones de toneladas de CO2.
Sin embargo, dos puntos llaman la atención. Repetimos, si de algo ha habido antecedentes en esta administración, es de su poco entusiasmo respecto a las energías limpias, pero aun así, López Obrador se comprometió que para 2024, o sea, en dos años, al menos el 35% de la energía que se consumirá en México provendrá de fuentes renovables. El otro punto: para 2030, 5 de cada 10 autos que se produzcan en territorio nacional serán cero emisiones contaminantes. ¿Planes que apuntan al realismo mágico o al verdadero compromiso? Ojalá que al hablar de esto en un foro internacional obligue a esta administración a lo segundo.