Recientes investigaciones han encontrado que la exposición al glifosato aumenta el riesgo de linfoma no Hodgkin (LNH), un cáncer que afecta al sistema inmunológico.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) publicaron en junio un informe en el que revelan el hallazgo de glifosato —un ingrediente activo de los herbicidas cuestionado por su relación con el cáncer— en más del 80 % de las muestras de orina extraídas de niños y adultos de EE.UU.
Concretamente, de un total de 2.310 muestras de orina, 1.885 tenían rastros detectables de glifosato, algo que los expertos consideran «perturbador».
«Espero que la comprensión de que la mayoría de nosotros tenemos glifosato en la orina resulte perturbadora para muchas personas», señaló Lianne Sheppard, profesora del Departamento de Ciencias de la Salud Ambiental y Ocupacional de la Universidad de Washington.
Recientes investigaciones han encontrado que la exposición al glifosato aumenta el riesgo de linfoma no Hodgkin (LNH), un cáncer que afecta al sistema inmunológico.
En EE.UU. se utilizan más de 90.700 toneladas de glifosato anualmente para rociar cultivos como el maíz, la soja, el trigo y la avena. Esta sustancia se impregna en las plantaciones y llega hasta los consumidores a través de productos frescos o manufacturados.
De hecho, el autor principal de un estudio al respecto publicado en 2017, Paul Mills, advirtió en ese entonces sobre la «necesidad urgente» de realizar un examen más profundo del impacto en la salud humana del glifosato presente en los alimentos que millones de personas consumen a diario.