El vicealmirante piloto aviador Carlos Ignacio Velázquez Tiscareño, designado director general del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), recibe una papa caliente.
En el escritorio de Velázquez Tiscareño hay montones de expedientes con asuntos a resolver a la brevedad.
Entre ellos, dar respuesta a la dilatación en la entrega de maletas en las bandas de equipaje, derivado de una cadena de tortuguismos que van desde la revisión aduanera, migratoria y de seguridad, con el apoyo de caninos, a la carga que trae el avión.
También verificar si existe el suficiente personal en tierra para el traslado de las maletas a las bandas de equipaje y que éste sea confiable, para evitar las quejas por robos.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador le encargó al vicealmirante que además termine con el contrabando, un tema que tiene a las mafias pegadas a la terminal área en la zona de Aduanas.
También elevar la seguridad para frenar el paso de drogas a baja escala, de dinero en efectivo y el tráfico de personas.
El ex mando naval asume el cargo con un caos con demoras de vuelos y constantes «idas al aire», que de acuerdo con los controlares aéreos, tienen su causa en el rediseño aéreo.
Esa situación tienen reprobado al aeropuerto ante la Administración Federal de Aviaciónde Estados Unidos, que degradó a México en mayo de 2021 a la categoría 2.
A esos pendientes se suman los constantes trabajos de rehabilitación y remoción de equipos, instalaciones y pistas y dar la cara a los empresarios para que el AICM emprenda el vuelo como negocio.
El vicealmirante tendrá que lidiar con proveedores amañados que ganaron, por años, licitaciones en limpieza, seguridad, recolección de basura, abastecimiento de agua potable, rehabilitación de pistas y demás obras en el AICM.
También deberá encontrar una solución al monopolio que obliga a los pasajeros a usar los taxis exclusivos del aeropuerto para salir de esas instalaciones, ante la negativa de éstos para que los usuarios utilicen vehículos con plataformas.
Las quejas también han subido de volumen desde la llegada, en febrero pasado, de más de 500 marinos para asumir la seguridad en el AICM, incluidas vialidades, pistas, rodajes, pasillos y zonas de Migración y Aduanas, así como del sistema de monitoreo.
Usuarios acusan a los militares de revisarlos sin justificación, con intimidación y sin protocolos.
Extranjeros también han ventilado abusos y extorsiones del personal del Instituto Nacional de Migración desplegado en el AICM.
Otros pasajeros han evidenciado baños sin papel y sin agua y áreas con goteras o inundadas.
López Obrador reconoció en días pasados que varios factores afectan la operación del AICM, aunque las críticas de algunos usuarios son exageradas.
REFORMA documentó que los pasajeros tienen que enfrentar desorden y tardanza en los procesos de inspección, puestos de migración y entrega de equipaje.
«Pienso que es una conjunción de varios factores. Hay que agregar el que se están dando cambios al interior del aeropuerto; llegó la Secretaría de Marina. Había contrabando, había introducción de droga, y esto seguramente no les pareció a los que tenían control de estas actividades», dijo el Presidente hace unos días.
Con la llegada de Velázquez Tiscareño, experto en administración naval, en seguridad nacional y en Estado Mayor, es decir, en la logística de las tareas de cada unidad de la Marina, el AICM quedó en manos de militares.
Desde febrero pasado, por órdenes de López Obrador, la Marina asumió la seguridad del AICM con más de 500 elementos en la periferia, pasillos, oficinas, Aduanas, Migración, bandas de equipaje y zonas de rodaje.
Ese mismo mes la Comandancia General del AICM, que revisa la normatividad de pilotos, y aeronaves, entre otros asuntos, fue encargada al contraalmirante José Ramón Rivera, mientras que las Terminales 1 y 2 fueron designadas a otros mandos navales.
En tanto, la Agencia Federal de Aviación Civil es encabezada por el General de División en retiro Carlos Rodríguez Munguía, ex Comandante de la Fuerza Aérea Mexicana en la gestión peñista.
Desde que inició el actual Gobierno, el papel de las Fuerzas Armadas tuvo cambios, pues han asumido cada vez más tareas que van desde la seguridad nacional y pública y el combate al huachicol, hasta la retención de migrantes, traslado y aplicación de vacunas, resguardo de dinero de programas de Bienestar, recolección de sargazo, control de aduanas, construcción de sucursales bancarias, del Tren Maya, del Aeropuerto Felipe Ángeles y ahora la dirección del AICM.
Un mando con amplia experiencia
Velázquez Tiscareño egresó como guardiamarina de la Heroica Escuela Naval Militar y se tituló como ingeniero mecánico naval e ingeniero geógrafo.
Estudió en la Escuela de Aviación Naval graduándose como piloto aviador naval de ala fija.
En el Centro de Estudios Superiores Navales realizó diversos posgrados, incluido el curso de Mando Naval, las maestrías en Administración Naval y en Planificación y Seguridad Nacional.
El nuevo director del AICM también tomó el curso de Operaciones Especiales de Comando y otras especialidades de su rama, y cursó en la Universidad Nacional de Defensa en Washington, DC, la maestría de Recursos Nacionales Estratégicos.