No solo el cuerpo de bomberos ha obtenido el honor de ser reconocido como “Heroico cuerpo” pues la benemérita institución de la Cruz Roja también tuvo un héroe quien dio su vida en el cumplimiento de su deber y al igual que en la estación de Bomberos, socorristas aseguran que su espíritu ronda por la base de dicho cuerpo de rescate.
La tragedia ocurrió el día 21 de septiembre de 1967 cuando el huracán conocido como Beoulah azoto la región centro y Monclova fue de las más afectadas por las lluvias.
Al medio día, Daniel Campos Ontiveros, joven socorrista de tan solo 22 años de edad, se trasladó a la base de la cruz roja al darse cuenta de que la ciudad se encontraba en estado de emergencia.
Las unidades de rescate no se encontraban en la base y su sentimiento se ayudar invadió la mente del joven socorrista quien por sus propios medios se trasladó a los márgenes del rio Monclova a la altura del tramo conocido como “El Conejo” en donde las enfurecidas aguas tenían atrapadas a un ciudadano.
Las labores de rescate se habían retrasado ante la peligrosidad de la empresa y la vida una persona pendía de un hilo.
Sin hacer caso a las indicaciones de su comandante, Daniel Campos Ontiveros se amarro un mecate de ixtle y se lanzó al agua, luchando contra la corriente.
Gran esfuerzo fue el que realizo este joven héroe quien al llegar hasta donde se encontraba la persona en peligro, se desamarro el “mecate” para atarlo, siendo estirado por sus compañeros quienes lograron sacarlo del agua sano y salvo.
Lamentablemente, el torrente arrastro el cuerpo del joven y ante la mirada de sus compañeros, las aguas se lo tragaron.
No fue hasta el día siguiente cuando encontraron el cuerpo sin vida de Daniel Campos quien estaba sujeto del tronco de un nogal.
Esta ha sido una de tantas tragedias que han enlutado a la región centro, pues al día siguiente de la tragedia, un gran número de ciudadanos acudieron al funeral del joven Daniel Campos para darle el último adiós.
Al paso de los años, varios socorristas de la benemérita institución han sentido la presencia del socorrista, e incluso hay quienes aseguran que lo han visto rondar por los dormitorios y pasillos de la base de la Cruz Roja.
Algunos sienten temor ante la presencia de un ser del más allá pero muchos se sienten bendecidos al saber que un héroe cuida a sus compañeros desde el otro mundo quienes han optado el lema “Servir y morir para hacer el bien es algo sublime”.