CIUDAD DE MÉXICO.- En el contexto de la inflación y, por ello, los altos precios que registran varios productos de la canasta básica, hoy recordamos cuando en 1960 se podían comprar con centavos diversos artículos. Ese año, un anuncio de este diario hacía una pregunta al lector: ¿Qué se puede comprar con 30 centavos? La atractiva pregunta se lanzaba para promocionar una oferta de la entonces aseguradora La Azteca, que ofrecía proteger el patrimonio familiar de por vida. De este modo, si la vivienda valía 100 mil pesos podía asegurarse con sólo 30 centavos diarios.
Con la misma cantidad una casa se podía proteger contra incendios, cubrir pérdidas o daños materiales a muebles u otros objetos de valor. La vivienda quedaba asegurada en caso de afectaciones por ciclón, huracán, granizo, caída de árboles, explosiones, descargas accidentales, filtraciones de agua o vapor, aviones o algún otro objeto que le cayera encima.
Ese año, el entonces presidente de México, Adolfo López Mateos, ordenó crear el Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), entre varios otros. De acuerdo con el centro de análisis México Evalúa, a los años 60 se les considera dentro de la época de oro del crecimiento y la estabilidad en México, por lo que a este periodo se le llamó el «milagro mexicano» (1958-1975), en el que se favorecía el consumo de la producción nacional y con ello la economía interna se fortaleció.
¿Para qué servían 30 centavos?
Para tener una idea de los precios en 1960, tomamos como referencia otra plana de este periódico con anuncios de diversos productos del llamado Centro Satélite, Estado de México. Las ofertas que se mostraban eran en productos básicos, como cebolla blanca a 1.90 pesos el kilo. Otro ejemplo eran 50 tabletas de chocolate a 5.75; los calcetines de nylon para hombre a 7.90; el kilo de chuleta de res a 9.50 el kilo y el menudo de res a 5 pesos el kilogramo, entre otros.
En la página de Facebook La Ciudad de México en el Tiempo se compartió la foto de un autobús con dirección a Circunvalación que pasaba por Chapultepec, Nonoalco y San Juan de Aragón, cortesía de Antonio Vargas Maldonado. Según los comentarios de usuarios, el pasaje era de 30 centavos. «¿Quién no recuerda los pistaches que se compraban con 30 centavos?, preguntaba otro usuario; «yo tomaba diario el [camión] Peralvillo Tlaxpana para ir a la Secundaria 16, en Tlatelolco. El viaje más caro en camión salía en 50 centavos».
En los años 40 se encareció el metal
EL UNIVERSAL Puebla en una nota de febrero de este año asegura que por el encarecimiento del metal a finales de los años 40, la Casa de Moneda redujo las cantidades de plata en la producción de circulante. A partir de 1950 tanto los materiales como las denominaciones monetarias comenzaron a cambiar. En 1957 la plata se redujo a 10% como parte de la elaboración de estos centavos.
Los centavos hoy son poco prácticos
Con 30 centavos alcanzaba para comprar un helado o dulces, pues los pirulís (caramelos) costaban alrededor de 25 centavos, según se lee en los grupos de Facebook mencionados. Los usuarios coinciden en que la vida antes era más barata.
Ahora, difícilmente se ven estos precios en productos de la canasta básica y aquellos 30 centavos hoy no alcanzan para nada. Los especialistas han explicado que la inflación fue una de las causas del enorme aumento en el precio de las mercancías. Es decir, se produce un desequilibrio entre producción y demanda, lo que, a su vez, provoca una continua escalada de precios en productos y servicios y una pérdida del valor de la moneda. Por eso fue necesario emitir monedas con denominaciones más altas, situación que hemos visto a lo largo de décadas.
Hoy las monedas de 5, 10, 20 y 50 centavos no son bien vistas en las taquillas del Metro, ni recibidas por las máquinas del Metrobús y aunque siguen en circulación, ya no es tan común encontrarlas; incluso son rechazadas por algunos operadores de camiones o establecimientos.