La nueva alianzaPRI-Morena aprobó de manera apretada la reforma constitucional que amplía la presencia militar en labores de seguridad pública hasta 2028, y no hasta 2029, como sugería la propuesta a discusión.
Por ser una reforma a la Constitución, eran necesarios 334 votos que por sí sola la mayoría oficialista (Morena-PT-Verde) no obtenía, pues suma 271 legisladores. El PRI, promotor de la iniciativa de ampliación de la presencia castrense en las calles, podía aportar 69 votos y con ello garantizar las dos terceras partes de votos necesarios para su aprobación.
Pero cinco de los 69 legisladores priistas desobedecieron a su líder Alejandro Moreno. Dos de esos cinco votaron en contra. Una diputada se abstuvo y dos más se ausentaron. En Morena una legisladora rechazó apoyar la propuesta tricolor. PAN, PRD y Movimiento Ciudadano votaron en contra.
Al final, el pleno de San Lázaro avaló con 335 votos a favor, 152 en contra y una abstención modificaciones al artículo quinto transitorio constitucional para ampliar de 5 a 9 años la presencia del Ejército en las calles.
Los diputados aprobaron una reserva presentada por el PT, que propuso reducir de 10 a 9 años el periodo en el que el Presidente podrá disponer de manera extraordinaria del Ejército, y regresar a la redacción propuesta por la priista Yolanda de la Torre.
Durante la discusión que duró cerca de nueve horas, PAN y PRD condenaron la reforma, pero fueron cuidadosos en no señalar directamente al PRI, pues establecieron un acuerdo interno de no atacarse con el fin de preservar la alianza opositora.
Las críticas se centraron en el Gobierno de la 4T.
El priista Alejandro Moreno aseguró que los ciudadanos demandan que una institución sólida como las Fuerzas Armadas coadyuve para garantizar la paz, la armonía y la seguridad.
Tras el proceso, el PAN y el PRD informaron que esperarán la votación final en el Senado para evaluar si mantienen la alianza «Va por México» con el PRI.
«La dirigencia del PRI y sus diputados han faltado a la palabra, a los compromisos firmados y les han dado la espalda a las y los ciudadanos que en 2021 votaron por ellos, precisamente para que impidieran este tipo de reformas antidemocráticas, atentatorias contra las libertades y los derechos humanos», dijeron en un comunicado conjunto.
El líder del PRD, Jesús Zambrano, declaró que Alito ya no es confiable como interlocutor. «Con Alito no más.
Yo no me siento ya con él para construir acuerdos. Es inconfiable», dijo a REFORMA.
La reforma fue enviada anoche al Senado, pero será discutida hasta el martes 20.
Ayer, el coordinador de Senadores de Morena, Ricardo Monreal, reconoció que todavía no cuentan con los votos para garantizar su aprobación.