La situación entre la Selección de Irán y el régimen actual de aquel país se ha vuelto cada vez más álgida entre las múltiples protestas de la sociedad iraní y el propio combinado de futbol.
Las manifestaciones en contra llegaron hasta los terrenos de juego, ya que ayer, antes de disputarse el encuentro amistoso rumbo al Mundial de Qatar entre Irán y Senegal, los jugadores entonaron el himno de su país con una sudadera en color negro para tapar el logo del régimen.
Además, cuando lograron anotar gol en el juego, se negaron a celebrarlo, también como protesta por la reciente muerte de la joven de 22 años, Mahsa Amini, a manos de la policía de lo moral en Irán.
A los futbolistas poco les importaron las amenazas que realizó la dictadura sobre expulsar a cualquiera que se pronunciara en contra. Incluso, el líder del equipo y actual jugador del Bayer Leverkusen, Sardar Azmoun, causó revuelo con una declaración a través de sus redes sociales:
“El castigo máximo es ser expulsado de la selección nacional, es solo un pequeño precio, comparado con su valentía. ¡Larga vida a las mujeres iraníes!”, escribió en un post de Instagram.
Diversos reportes afirman que el interior del vestuario de la selección dirigida por Carlos Queiroz se encuentra roto, entre los que apoyan o no las manifestaciones en contra del régimen, por lo que habrá que esperar para ver si esto terminará por afectarles a poco menos de dos meses para su participación en el Mundial de Qatar.