Desde que se convirtieron en armas de seducción femenina en la Francia medieval, los corsets, esas construcciones con varillas y costuras que afinan mágicamente la silueta, han ido y venido en el panorama de la moda mundial.
Ahora, después de la pandemia, y con esta alegría naciente que lleva a mostrar el cuerpo al volver a salir a los actos públicos, estos elementos anatómicos han vuelto con mayor fuerza que nunca.
«Hoy se tiende a mostrar la piel con algunas piezas que antes se mantenían ocultas, como los bralettes, los vestidos tipo camisones y hasta las pijamas que ahora vemos en todas las alfombras rojas del planeta. Pues los corsets también piden su lugar, siempre han sido muy importantes», comenta la experta en imagen Mayte Requejo.
Muchos diseñadores la han tenido siempre en el repertorio de ofertas como Jean Paul Gaultier, Dior Galiano, Thierry Mugler, Vivienne Westwood y, en México, por supuesto, Héctor Terrones.
Así, con esta tendencia de que la ropa interior se asome al exterior, esta prenda que tiene efecto de reducción inmediata, se ha visto en las principales colecciones del planeta, ayudada por series históricas de éxito actual, como Bridgerton, que los han hecho más populares entre las nuevas generaciones.
«En México hay toda una historia de amor desde siempre y sobre todo en los años 80, ya que tener estas siluetas tipo reloj de arena era el sueño de muchas chicas que los usaban en graduaciones, bodas y toda clase de eventos importantes. No hay que olvidar que son grandes aliados, porque además levantan el busto», señala Mayte.
¿Pero cómo es el corset para el 2022? Se presenta más cómodo, pues los materiales y su construcción se ha vuelto más perfecta, logrando piezas más parecidas a los corpiños suaves de tirantes o con escote strappless que se pueden adornar con diferentes texturas y estampados.
En el tiempo
El corset nació en Italia, pero se volvió popular en Francia, donde fue introducido por Catalina de Médici.
Al principio, los modelos eran ajustados y largos, tenían tirantes y terminaban con solapas en la cintura. Aplanaban más bien el busto y empujaban los pechos.
Al pasar el tiempo, esta prenda evolucionó tanto en diseño como en materiales y, aunque adelgazaba el torso, su principal misión era sostener los senos.
Fue hasta 1830, en tiempos de la Reina Victoria, donde el corset empezó a utilizarse para marcar la cintura. Estaba elaborado con varillas de acero y se sujetaba con cordones, su uso era obligatorio porque no estaban bien vistas las cinturas anchas.
Hasta que, en el siglo 19, estos elementos se consideraron peligrosos para la salud.