Una buena: Luego de alcanzar un pico en 2022 de casi 10 dólares por millón de BTUs el 26 de agosto pasado, el precio del gas natural en Estados Unidos -de donde México se surte del 70 por ciento de su consumo- ha bajado 37 por ciento, a unos 6 dólares en su cotización “spot” del Henry Hub.
¿La razón? El nivel de almacenamiento de este combustible en la zona llamada “Total Lower 48”, que excluye del recuento a Alaska y Hawai, subió 23 por ciento anual en la semana que terminó el 7 de octubre pasado, a 3.231 billones de pies cúbicos, reportó la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés).
Grandes usuarios industriales de Nuevo León, que se surten de ductos provenientes de Estados Unidos, se han beneficiado de la caída del precio del gas que se ha mostrado en los últimos meses.
Un ejemplo es una empresa que ofrece servicios de endurecimiento por vacío y tratamientos térmicos para materiales de aluminio en Ciénega de Flores.
Un directivo reveló a Grupo REFORMA que en el último mes lograron bajar en 14 por ciento sus costos totales de producción gracias a una menor tarifa de gas.
El viernes pasado, el precio futuro para entrega a un mes del Henry Hub cayó casi 3 por ciento, a 5.98 dólares por millón de BTUs en el mercado del CME, ante expectativas de una mayor disponibilidad y un clima relativamente benigno.
La EIA resaltó que las inyecciones netas en el almacenamiento de gas natural totalizaron 129 mil millones de pies cúbicos en la semana que terminó el 30 de septiembre del 2022, un 48 por ciento más que el promedio de cinco años atrás en periodos comparables, del 2017 al 2021.
Explicó que los factores del mercado que contribuyeron a estas inyecciones incluyeron una elevada y sostenida producción de gas natural seco, una baja de la demanda en aproximadamente un 3 por ciento en la semana y la reducción de la demanda de gas natural para la generación de electricidad, debido a que cayó el uso de aires acondicionados al ceder ya las altas temperaturas.
Sin embargo, no todo el exceso de suministro de gas natural se destinó al almacenamiento, pues, por ejemplo, las exportaciones totales de gas natural licuado (GNL) han venido subiendo a raíz de las necesidades energéticas de Europa por la invasión de Rusia a Ucrania.
Al respecto, Patricio Gamboa, socio de Energy Consulting, aclaró que la capacidad de exportar más de ese gas en estado líquido está acotada a la capacidad actual de las plantas estadounidenses.
La EIA detalla que el almacenamiento ayuda a satisfacer los aumentos estacionales y repentinos en la demanda, que a través de la producción e importaciones no se podrían ofertar, mientras que cuando la demanda es menor, el almacenamiento absorbe los excedentes.
Los niveles de gas natural almacenado suelen aumentar de abril a octubre, cuando la demanda global del energético es menor, respecto a los meses más fríos.
Luego, los niveles de gas natural almacenado suelen bajar de noviembre a marzo, cuando su demanda para calefacción es elevada, apunta la EIA.