El escaño de Georgia en el Senado que estaba en juego en las elecciones intermedias de Estados Unidos del martes se definirá en una segunda vuelta entre el demócrata Raphael Warnock y el republicano Herschel Walker, después de que ninguno de los dos alcanzara la mayoría en las elecciones generales requerida por la ley estatal.
Esto da inicio a una campaña de cuatro semanas que nuevamente pondrá a prueba si los votantes están más preocupados por el alza de la inflación durante el control demócrata en Washington o el pasado turbulento del republicano Walker, un ex astro de la NFL.
Warnock se define a sí mismo como un pragmático en una era partidista. En la campaña promocionó sus acuerdos con republicanos en temas de infraestructura, agricultura y otros asuntos, al tiempo que enfatizó las medidas que patrocinó para limitar los precios de la insulina y otros medicamentos para los beneficiarios de Medicare.
Warnock también acusó a Walker, un ex atleta que está en su primera candidatura, de no estar calificado y no ser apto para un cargo de este nivel.
Walker ha tratado de hacer de la elección un referéndum sobre los demócratas, vinculando a Warnock con el Presidente Joe Biden en medio de una inflación sostenida y bajos niveles de aprobación.
La ex estrella del fútbol universitario y profesional hace campaña como conservadora cultural y fiscal, pero ha ofrecido pocos detalles de política. Ha sido acusado además por varias ex parejas de forzarlas a abortar aunque el republicano se opone a la práctica.