Su nombre no es demasiado popular en nuestro país, pero Frank Rubio es el astronauta de la NASA que más papeletas tiene en convertir en el primer astronauta de la NASA en superar un año en el espacio exterior. Este hombre, cuyos primeros años de vida se desarrollaron en El Salvador, salió de nuestro planeta el día 21 de septiembre de 2022 a bordo de la nave Soyuz MS-22 junto con otros dos astronautas, Sergey Prokopyev y Dmitri Petelin. La misión, que es una colaboración entre ROSCOSMOS y NASA, debía regresar en primavera de este año, pero un problema en el vehículo la retrasará hasta el mes de septiembre.
Frank Rubio va a por el récord de estancia norteamericano en el espacio
Según la información publicada por el medio digital Ars Technica, la oficial del Programa de la Estación Espacial Internacional, Dina Contella, habría declarado que la tripulación de la nave rusa probablemente regrese a la Tierra en el mes de septiembre. Todo parece indicar que un micrometeorito dañó parte del sistema de enfriamiento de la nave Soyuz, con lo que éste ha quedado inutilizado. El próximo mes parece que un nuevo vehículo espacial llegará a la EEI de manera autónoma para sustituirlo.
La fecha que parece manejarse para el regreso de la tripulación de la nave rusa, entre la que se encontraría Frank Rubio, se sitúa alrededor del 21 de septiembre de 2023, con lo que Frank sería el primer astronauta de la NASA en disfrutar del récord de mayor estancia en el espacio, con un año a bordo de la Estación Espacial Internacional. Recalcamos que será el primer astronauta de la NASA, dado que la persona que más tiempo ha pasado allí arriba es Valery Polyakov, un cosmonauta que en la década de los 90 estuvo 438 días en la estación MIR.
Además del propio récord, será interesante comprobar el estado físico y mental de Frank cuando regrese a tierra firme, dado que además de los experimentos que se realizan en el espacio, es muy interesante comprobar cómo responde el organismo humano a estancias tan prolongadas en el espacio exterior. La NASA no había valorado la posibilidad de que uno de sus astronautas tuviesen que alargar su estancia en la EEI, pero no hay mal que por bien no venga y el año espacial de Frank Rubio podría resultar beneficioso para conocer cómo el organismo reacciona a las condiciones espaciales.
