Fabiola Sánchez
Jesús Antonio Pérez Riojas presintió su fatal destino y se despidió de los pastores de la Iglesia Misericordia, de la colonia Miravalle, donde él predicaba la palabra de Dios y estaba a cargo de un grupo de jóvenes a quienes guiaba.
Diana Valdez, pastora de la Iglesia, dio a conocer que el pasado domingo, un día antes del accidente, el joven predicador se comunicó con ella y le agradeció por las enseñanzas que le dieron.
“Yo estoy bien, sigo buscando de Dios, estoy firme en quien confió, yo los quiero mucho, gracias por todo, él se despidió de nosotros”, con voz quebrada y sus ojos llenos de lágrimas relató la pastora.
La muerte de Antonio deja un gran dolor y vacío, no solo en su familia y seres queridos, sino, también a los amigos, conocidos y jóvenes a quien siempre ayudó, orientó, aconsejó y guío por el camino espiritual.
Este martes por la mañana familiares y amigos se reunieron en la capilla funeraria de la Sección 147, en la colonia Obrera, para darle el último adiós al joven predicador. Entre llantos y alabanzas cristianas fue despedido de este mundo Antonio Pérez.
La pastora de la Iglesia, donde Antonio predicaba la palabra de Dios, resaltó que el joven estaba preparado espiritualmente para recibir e irse al lado del Señor y no tiene la menor duda que al momento del accidente, él lo invocó y se entregó a Él.
Señaló que el domingo fue la última vez que tuvo comunicación con él, siendo este miércoles cuando se volverían a reunir en el culto de varones que se llevaría a cabo en la Iglesia.
“Su lugar en la iglesia queda vacío, deja un gran dolor, pero a la vez, Dios me hizo sentir que él se fue en victoria y se abren las puertas del cielo para recibir un ángel más al reino del Señor”.