Oscar Ballesteros
Por vez primera en Monclova se ofició la Misa Crismal, dentro del marco de actividades de Semana Santa; la parroquia Santiago Apóstol fue la sede donde el obispo Hilario Gonzáles realizó la bendición de los Santos Óleos y dirigió la renovación de promesas de los sacerdotes de la Región Siderúrgica y Desierto.
“La unción del espíritu nos pone en sintonía con Jesús Siervo que está para ayudar a todos, con Jesús Maestro que pone el ejemplo de humildad y sencillez al lavar los pies de sus apóstoles, con Jesús Sacerdote que es cercano a sus hermanos a quien ayuda”, dijo el obispo de la Diócesis de Saltillo previo a realizar la bendición de los aceites sacros.
El Santo Crisma, Óleo de los Catecúmenos y de los Enfermos fueron llevados ante el antipendio por presbíteros de la región para recibir la bendición, celebración emblema de dicha homilía; que anteriormente sólo se había celebrado en la Catedral de Saltillo.
Junto a esta celebración, se llevó a cabo la renovación de promesas sacerdotales por la población las vicarías Nuestra Señora de Guadalupe y La Sagrada Familia, correspondientes a esta zona del Estado.
Con ello se exhortó a los sacerdotes a seguir fungiendo con sus actividades eclesiásticas más allá de los servicios profesionales, sino en busca de replicar el ministerio de Jesús, que en otras palabras denominó como humilde y sencillo, llevando su amor al extremo de morir en la cruz.
“El contexto de esta metrópoli de Monclova, donde los sacerdotes que en esta ‘Monclovita La Bella’ siempre polveada, es cambiar ese polvo y ceniza que ya no son de una fundición sino de una tristeza y desanimo”, compartió Hilario Gonzáles.
Esta encomienda surge a raíz de la complicada situación que vive la empresa emblema de la región y será labor del sacerdocio el mostrar ayuda desde sus acciones para los feligreses de la localidad.