Todo ocurrió en medio de una alucinación tras consumir metanfetamina
Excelsior
Las drogas son un problema muy serio, esto lo saben bien Estados Unidos, país que actualmente vive una crisis de opiáceos.
Hace un par de años Kaylee Muthart vivió en carne propia los efectos de la metanfetamina y su vida nunca volvió a ser la misma.
El problema comenzó cuando Kaylee tenía tan sólo 17 años de edad, época en la que fue diagnosticada con arritmia y bipolaridad. La depresión la llevó a beber en exceso y luego se adentró en el mundo de las sustancias nocivas.
Todo llegó a tal punto en el que Kaylee consumía diario y poco a poco fue cayendo en una espiral peligrosa, la cual tuvo el más horrible desenlace.
Una fatídica tarde luego de consumir una dosis alta, Kaylee, que se consideraba muy religiosa, dio por hecho que el mundo se estaba acabando y decidió hacer un ‘sacrificio’ para salvar a la humanidad.
Como si de una película de horror puro se tratara, Kaylee se arrancó los ojos con sus propias manos.
Creo que las drogas aminoraron el dolor”, relata.
Una joven que se encontraba trabajando en la iglesia a unos metros de donde se encontraba Kaylee presenció la horrible escena y llamó al 911. Lamentablemente, los médicos no pudieron hacer nada por salvar sus ojos pero lograron evitar que se dañara el nervio óptico.
Tristemene, Kaylee quedó permanentemente ciega pero con una nueva oportunidad de vida.
A partir de que tocó fondo la joven decidió cambiar su vida, ingresó a rehabilitación y recibió unos ojos prostéticos.
Sigo siendo yo, me levanto cada mañana y tomo una taza de café que yo misma preparé. Toco la guitarra, sigo siendo yo”, asegura.
La joven es madre de una niña y afirma que lo que más extraña es poder ver su sonrisa pero asegura que ahora es mucho más feliz que antes.
Actualmente Kaylee acude a una escuela para personas con ceguera y cuenta su historia para concientizar sobre el abuso de sustancias nocivas.