Lo que inició como un caso de bullying, escaló a una riña campal, con denuncias ante el Ministerio Público por lesiones
Fabiola Sánchez
LA PRENSA
Un caso de bullying en la escuela de sus hijos termina en riña campal; víctima de amenazas, lesiones y daños la familia Hernández, procedió legalmente en contra de sus agresores que involucra a los padres de familia de los estudiantes.
Angustiada por la situación que están viviendo, Viridiana Karel Hernández madre de los menores dio a conocer que el pasado viernes por la noche, un grupo de jóvenes acompañados de sus padres de familia acudieron hasta su domicilio en la Colonia Carranza, para agredir verbalmente a la familia, terminando estos apedreando su vivienda.
Relató que, todo inició debido a un problema de bullying del cual fueron victimas sus hijos quienes son estudiantes de la Secundaria Ciro Eduardo González Blackaller y de la Primaria Benito Juárez, casos que en su momento fueron interpuestos ante los directivos de los planteles.
“Cuando se plateo el problema los directores aseguraban pondrían un alto a eso, en su momento se citó a los papás de los niños, pero no pasó nada, ellos no se presentaron y no le dieron importancia, a mis hijos les hacen burla porque vendo pays y les dicen pobres”.
Indicó que, los docentes minimizaron tanto el problema, sin imaginar que todo eso terminaría desatando una situación de violencia que llegó al grado de hartazgo, obligando a tener que enfrentar a los padres de los jóvenes quienes son vecinos cercanos al domicilio y exponer directamente la situación.
Comentó que, al hacerles de conocimiento a los padres de los alumnos agresores, se negaron aceptar la responsabilidad de sus hijos y se tornaron agresivos en contra de ellos, por lo que se reunieron por la tarde noche con más padres de los otros menores agresores y acudieron hasta el domicilio de los afectados.
Como Max “N”, de 16 años de edad, es como fue identificado el principal agresor de los estudiantes y quien acudió en compañía de su madre de nombre Brenda, a reclamar hasta la puerta de su hogar.
El reclamo subió de tono y al reunirse más de 20 personas entre jóvenes, niños y padres de ellos, comenzaron a lanzar piedras al domicilio, por lo que fue necesario la presencia de una unidad de policía municipal.
Señaló que, ante el hecho los uniformados no procedieron con la detención de ninguna persona, pero les solicitaron interponer la denuncia ante el Ministerio Público.
Manifestó que, el sábado por la mañana, justo cuando se trasladaban a interponer la denuncia, los padres de Max y otros adultos, se enfrentaron con ellos y los agredieron física y verbalmente en plena vía pública.
Mencionó que, la denuncia que iban a poner por daños al domicilio y amenazas, terminó también agregándole las lesiones de las cuales fueron víctimas.
Aseguró que, las agresiones de las cuales fueron victima la familia están todas evidenciadas con grabaciones que tienen por las cámaras de vigilancia de su domicilio.
Indicó que, ante esta situación viven con inseguridad y temen que sus hijos continúen en la escuela, la cual no les esta dando la seguridad de que no serán atacados, por lo que exhortan a las autoridades educativas y de seguridad poner un alto a estos ataques que terminaron con la tranquilidad de la familia.