Este tipo de abono natural es muy rico en fósforo y será de gran ayuda en tu jardín.
Las plantas además del riego necesitan de una cierta cantidad de minerales y elementos esenciales como nitrógeno, fósforo y potasio. Es por ello, que debes aportárselo regularmente en forma de abono. La época ideal para hacerlo es durante el período de reposo, en general a fines del invierno y principios de la primavera, según cada tipo de vegetal.
Vale mencionar que existen varios tipos de abono, tanto orgánicos como sintéticos. Te proponemos un fertilizante casero que no te demandará mucho tiempo y dinero. Se trata de la harina de huesos, que te ayudará a tener unas plantas increíbles en tu jardín.
¿Cómo hacer harina de huesos de forma casera?
Este abono está conformada por huesos que son molidos finamente hasta transformarlos en polvo. Puede ser empleado en frutales, hortalizas y plantas ornamentales. Para poder hacer la harina de huesos debes juntar los restos óseos de pollo, vaca o de cualquier otro animal, y dejarlos a secar durante varios días.
Después debes triturarlos con la ayuda de un martillo, un mortero o lo que tengas a mano hasta conseguir un polvo fino. De ese modo, obtendrás la harina de huesos, que es un abono para hacer crecer las plantas de una manera más natural. Vale destacar que este producto tardará un mes aproximadamente, para ser asimilada.
El abono de harina de huesos se usa para aumentar el fósforo en el jardín, esencial para que las plantas florezcan. El uso de este producto ayudará a que tus ejemplares con flores, como las rosas o bulbos, crezcan más grandes y den flores más abundantes. Ya tienes el trucazo para que tu jardín luzca increíble con elementos amigables con el medio ambiente.