Continuará dos procesos penales en libertad, con brazalete electrónico y prohibición de acercarse a sus víctimas
Alexis Massieu
La Prensa
Por orden de una jueza federal, el psicólogo Suriel Azarel “N”, quien fue acusado de abusar sexualmente de tres mujeres, salió de prisión, para continuar con sus 2 procesos penales en libertad, bajo la medida del brazalete electrónico, y con la obligación de no acercarse a las víctimas ni a sus domicilios, como tampoco a la Clínica 51 del IMSS donde se cometió al menos una de las agresiones.
Tras darse a conocer que el Juzgado Cuarto de Distrito le concedió un amparo al presunto agresor sexual, se llevó a cabo una audiencia en el Centro de Justicia Penal, donde la finalidad era la de revisar y cambiarle la medida cautelar de prisión preventiva al acusado, por otras menos intrusivas.
Por esa razón, en lugar de las medidas de prisión preventiva que se le habían dictado en los dos procesos que se le siguen al psicólogo, una justificada y la otra de manera oficiosa, el juez acatando la orden federal, le impuso a Suriel Azarel “N”, la medida del brazalete electrónico, que le permitió salir de la cárcel, pero que por otro lado implicó pagar 9 mil pesos iniciales, y le contará otros 9 mil por mes.
Para garantizar la seguridad de las víctimas, el juez penal le impuso al acusado, la obligación de no acercarse a las víctimas ni a sus domicilios, como tampoco a la Clínica Rural número 51 del Seguro Social en San Buenaventura, donde habría ocurrido una de las agresiones sexuales.
Según la propia resolución del juicio de amparo 747/2023, que se presentó en contra de la prisión preventiva decretada dentro de la causa penal 41/2023, Suriel “N”, fue acusado de abusar de dos mujeres, madre e hija, esta última menor de 15 años de edad, a la primera de ellas, en las instalaciones del Hospital Rural número 51 del IMSS de San Buenaventura, el 17 de febrero del 2023, y a la segunda, en su consultorio privado en la ciudad de Monclova, el 17 de marzo del mismo año.
DE LA ACUSACIÓN A SURIEL “N” CAUSA 41/2023
“Al entrar, ella se sienta y usted empieza con la terapia, realizándole preguntas sobre cómo estaba su situación emocional, después, usted le dijo a la víctima que le vendaría los ojos, que era parte del proceso de terapia, diciéndole que se parara y se pusiera las manos pegadas a sus piernas, así es que la víctima se levantó de la silla y siguió sus instrucciones, en ese momento, usted le venda los ojos a la víctima con una especie de chal, y pone la música que le gusta, ya que en sesiones anteriores ella le había comentado cuál era su favorita, y entonces empezó a hablar con ella, diciéndole que se sintiera en un lugar seguro, empezó a utilizar palabras de relajación mientras caminaba a su alrededor, mueve a la víctima hacía el escritorio, quedando usted muy cerca de ella, levantándole el vestido que traía”.