Lo que fue una horrible pesadilla para la familia de José Juan Hernández, se transformó en un enorme acto de amor y altruismo
Por: Roberto Ulíbarri
LA PRENSA
Lo que inició como un fin de semana de ensueño, se convirtió en una auténtica pesadilla para la familia de José Juan Hernández Hernández, el héroe originario de Parras de la Fuente, que falleció el domingo pasado a consecuencia de un paro cardiaco; tras su muerte, el coahuilense altruista donó sus riñones, hígado, córneas y hueso para dar una nueva oportunidad de vida a decenas de personas.
José Juan Hernández Hernández, originario de Parras de la Fuente, nació el 22 de diciembre de 1972, contaba con 52 años, trabajaba como almacenista de la empresa de baterías automotrices Gonher en Monterrey Nuevo León.
Era un amoroso padre de familia de cuatro hijos: Mayte de 32 años, Jesenia de 30 años, Kattía de 25 años y el pequeño Damián de 7 años. Además, era el querido y orgulloso abuelo de Natalia de 5 años, Emilio de 4 años y el pequeño Joaquín de un año.
Don Juan, era un deportista consumado, practica el fitness, junto con su gran amigo Jesús Vidal, además llevaba un estilo de vida sano, con alimentación saludable y era una persona altruista, el primero en donar sangre y plaquetas cuando se necesitaba.
En entrevista para la PRENSA DE COAHUILA, su hermana mayor, doña María Ignacia Hernández, comparte con los lectores como fueron las últimas horas de José Juan, quien, aunque vivía en Monterrey, se encontraba de visita en el Pueblo Mágico, para celebrar a la Virgen del Refugio.
La señora María Ignacia Hernández, quien tambien vive en la Sultana del Norte, señaló que cuando celebraron el Día del Padre, acordaron los hermanos Hernández Hernández, pasar un fin de semana en su pueblo natal, para conmemorar la fiesta de la Virgen del Refugio, festejo que se realizó en el Rancho Boquillas del Refugio, ubicado a unos 20 kilómetros de la cabecera municipal, por la carretera a Viesca.
Comenta que ellos llegaron al rancho el sábado 6 de julio, oportunidad que aprovecho su hermano, para convivir con sus primos y sus parientes y para disfrutar los deliciosos guisados familiares.
Señala que en esta visita, -que fue la última que realizó José Juan- se podía observar en su rostro una gran sonrisa, ya que tenía la felicidad plena de regresar a sus terruños, convivir con sus amigos, sus hermanos, sus parientes, pero sobre todo estar acompañado de sus amados hijos y de sus queridos nietos.
EL SUEÑO SE TRANSFORMA EN PESADILLA
Comenta que su hermano le manifestó la noche del sábado que tenía un malestar estomacal y que el domingo les informó que le dolía la cabeza, por lo que una de sus sobrinas le checó la presión y al confirmar que la traía alta, le dio un medicamento.
Pese a lo mal que se sentía, José Juan, siempre servicial, ayudó a organizar el festejo a la Virgen del Refugio y a repartir la comida, así como los refrescos que se ofrecen como reliquias a las personas que acudieron al evento religioso.
La fiesta de la Virgen del Refugio, transcurrió con la presencia de cientos de feligreses católicos, con la participación de mariachis y de matlachines.
Al concluir, José Juan, les señaló a sus familiares que se sentía más mal, por lo que lo trasladaron del rancho a la ciudad, acudiendo primero al Hospital Guadalupano, donde no lo atendieron, lo mismo que en el Centro de Salud, por lo que finalmente sus parientes lo llevaron a la Clínica 6 del IMSS, a donde lamentablemente llegó con paro cardiaco.
SU PRIMER Y ÚLTIMO ALIENTO EN PARRAS
Minutos más tarde, los médicos de intubaron, toda vez que presentaba problemas para respirar y con ello permitir que fuera trasladado a un hospital de Saltillo o Monterrey, finalmente –comenta su hermana- fue transportado a Saltillo, pero lamentablemente ya presentaba muerte cerebral, al salir del Pueblo Mágico.
Los médicos especialistas que lo recibieron en el Hospital General de Zona (HGZ) No. 2 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Saltillo, informaron a la familia la mala noticia, quienes no daban crédito a lo que escuchaban y no podían creer que Juan que se encontraba tan feliz gozando en Parras de la Fuente, ahora era se encontraba declarado clínicamente muerto.
Asimismo, los médicos les expresaron a sus hermanas e hijas que José Juan era donador de órganos y que en caso de ellas aceptaran, procederían a realizar el protocolo procuración multiorgánica, en la misma clínica donde se encontraba.
LA DONACIÓN DE SUS ÓRGANOS
Con la aprobación de la familia del donador, el lunes 8 de julio se concretó la procuración multiorgánica en el Hospital General de Zona (HGZ) No. 2 del Instituto Mexicano del Seguro Social.
El coordinador hospitalario de Donación de Órganos y Tejidos con fines de trasplante, Hugo Mendoza Sosa, informó que los detalles del donante altruista.
Su familia fue informada sobre la posibilidad de que se donaran sus órganos a personas que requieren un trasplante, y con su anuencia, se inició el protocolo para la procuración de riñones, hígado, córneas y hueso.
Las córneas fueron enviadas a la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Especialidades No. 71 en Torreón; ambos riñones a programas de trasplante de Monterrey y el tejido osteotendinoso al Hospital Universitario de Nuevo León.
El doctor Mendoza Sosa agradeció el altruismo y generosidad de los familiares, quienes en medio de su dolor aceptaron la donación, al tiempo que destacó la importancia de platicar en vida y en familia el deseo de participar en esta noble acción.
FAMILIA HERNÁNDEZ DICE SÍ A LA DONACIÓN
Con el dolor de la muerte de José Juan y sin poder aún digerir la horrible pesadilla que estaban viviendo, sus hijas dijeron sí a la donación de órganos de su padre, decisión que si bien es cierto, fue muy difícil, comprendieron que era la última voluntad del valiente héroe parrense, quien siempre fue un ejemplo de altruismo.
SIEMPRE SERÁ NUESTRO HÉROE
“Sus hijas siempre estuvimos y estaremos muy orgullosas de él por el gran hombre que fue y el inmenso corazón que tenía, siempre será nuestro héroe”, señaló Mayte Hernández, hija de José Juan.
La tarde del lunes, el cuerpo ya sin vida fue sacado del Área de Terapia Intensiva al quirófano donde se realizaría la procuración de sus riñones, hígado, córneas y hueso.
Previo a ello, les dieron la oportunidad a sus hermanos y a sus hijas de despedirse de él y decirle por última vez cuanto lo amaban, cuanto agradecían lo que había hecho por ellos y cuanto lo admiraban por esta su última voluntad de dar vida, aun en la muerte.
En el trayecto de Terapia Intensiva al quirófano, decenas personas, personal del IMSS y desde luego los familiares de Juan realizaron una valla de aplausos para despedir a un gran hombre, que dejó un legado de amor al prójimo, un prójimo que ni conocía.
RECIBE FAMILIA LAS CENIZAS
El pasado viernes, sus hijas recibieron las cenizas de su padre, las cuales provisionalmente guardan en su casa, pero que esperan que en el mes de agosto, puedan trasladarlas a Parras de la Fuente, en donde el héroe coahuilense dio su primer y último suspiro.