Hace 5 años mató de varios disparos a quemarropa a Angel Fernando Reyes García, en la colonia Occidental, aparentemente sin motivo alguno
Alexis Massieu
La Prensa
A 5 años del asesinato de Ángel Fernando Reyes García, en la colonia Occidental de Ciudad Frontera, elementos de la Fiscalía General del Estado, detuvieron a Nazario “N”, alias “El Bebo”, quien presuntamente lo mató de 5 o 6 disparos a quemarropa, y se encontraba escondido en Matamoros, Tamaulipas.
Fue el día de ayer que Nazario “N”, alias El Bebo, fue llevado ante una jueza penal, para responder por la muerte violenta de Ángel Fernando Reyes García, ocurrida la noche del 17 de marzo del año 2019, en el estacionamiento de una tienda localizada sobre la calle 16 de Septiembre, a la altura de la calle Occidental en la colonia del mismo nombre.
Tras los lamentables hechos, la FGE solicitó una orden de aprehensión en contra de Nazario “N”, la cual fue emitida el día 21 de mayo del año 2019, pero, como el Bebo ya no se encontraba en la localidad, no fue posible cumplimentarla, sino hasta el pasado miércoles 7 de agosto, cerca de las 13:30 horas, gracias a un trabajo coordinado entre los elementos de la Agencia de Investigación Criminal y sus homólogos tamaulipecos.
Según la acusación hecha por el Ministerio Público, Nazario “N”, junto a su hermano de nombre Rogelio, un tercer cómplice no identificaron, son los presuntos responsables del homicidio calificado de Ángel Fernando Reyes García, quien era sobrino de la entonces regidora de la Ciudad Rielera, Luz María Rincón.
Cuando la jueza le preguntó al Bebo, si quería o no dar contestación a los cargos que le imputó el abogado de la Fiscalía, por consejo de su abogada de oficio le indicó que prefería guardar silencio, pidiendo el plazo de 144 horas que le otorga la Constitución para preparar su defensa.
Dado que la audiencia fue suspendida, y no será sino hasta el próximo martes 13 de agosto que se decida si lo van a vincular o no a proceso, durante todo este tiempo, Nazario “N”, alias El bebo, permanecerá detenido en el Centro Penitenciario de la Ciudad de Saltillo.
LA NOCHE DEL CRIMEN
Eran cerca de las 01:30 horas, cuando José Andrés, llevó en su coche a su tío Ángel Fernando Reyes a la tienda a comprar unos cigarros, el cual descendió del auto y fue a la ventanilla de la miscelánea para hablarle al despachador, y fue entonces que a bordo de una bicicleta llegó un hombre robusto y alto, con el cual su tío se pudo a platicar; se trataba de Rogelio “N”, alias Rogelín, hermano del Bebo.
Repentinamente, el recién llegado aventó a su tío contra el contenedor de basura de la tienda, quien se quedó en el piso por lo desorientado que lo dejó el golpe, indicando José Andrés–en su declaración–que él intervino para quitárselo de encima, dándole varios golpes en la cara y en la cabeza al Rogelín.
¡Bebo! Gritó Rogelín, y entonces de una casa cercana salió Nazario con una navaja en la mano, razón por la que José Andrés arrancó su coche, y metros más adelante subió a su tío que se le había adelantado, para irse ambos del lugar, hacia donde momentos antes se encontraban conviviendo, en un domicilio de la misma colonia Occidental.
“NO SE LA VAN A ACABAR”
Cuando llegaron a donde tenían la reunión con familiares y amigos, Ángel Fernando Reyes, le contó a su esposa de nombre Karla María, lo que le había pasado, y entre esas cosas, estaba el que en el estacionamiento de la tienda, había perdido uno de sus tenis, y fue entonces que a ella se le ocurrió llevarlos en su coche para que lo recogieran, subiendo a Ángel Fernando, y a su sobrino José Andrés, en la parte trasera de un Dodge Neón de color rojo.
Al llegar a la tienda bajaron de la unidad para buscar el tenis, pero no se veía por ninguna parte, y fue entonces que de una de las casas cercanas salió “El Rogelín”, quien se acercó a ellos corriendo y llevando un tubo en las manos, al tiempo que presuntamente gritaba: ¡no se la van a acabar!
Nuevamente, Rogelín gritó: ¡Bebo!, y su hermano salió de otro de los domicilios blandiendo un palo o un tubo, con el cual se sumó a los golpes que ya su consanguíneo le estaba propinando a la víctima en la cara y la cabeza. José Andrés no supo por un momento qué hacer, y cuando Karla María intervino, Nazario “N” le apartó dándole un golpe en la cabeza que por un instante la dejó desorientada, y fue entonces que vieron y escucharon las detonaciones, que en un principio a ella le parecieron fuegos artificiales.
En la mano, Nazario “N” alias El Bebo, tenía presuntamente una pistola chiquita, de tipo revolver, y entonces él, su hermano Rogelín, y un tercer cómplice al que no se ha identificado, se fueron corriendo del lugar.
Mientras Karla María abrazaba en el suelo a su esposo Ángel Fernando, su sobrino José Andrés, le sacó las llaves del coche del bolsillo, para subir al herido y llevarlo rápidamente a la Unidad Médica Familiar número 9 del IMSS, donde al llegar los médicos les dijeron que ya no contaba con signos vitales.
¿UN TIPO VIOLENTO?
Dentro del cúmulo de pruebas con las que cuenta el Ministerio Público para acusar a Nazario “N”, del homicidio calificado por ventaja de Ángel Fernando Reyes García, varias de ellas apuntan a que El Bebo, es una persona sumamente violenta.
Durante las investigaciones en las inmediaciones del lugar del crimen, los elementos de la Agencia de Investigación Criminal, encontraron diversas prendas de vestir con aparentes manchas de sangre, estaban en la casa de otro Nazario, el cual dijo que Rogelín y Nazario son sus sobrinos, pero por ser problemáticos no convivía mucho con ellos, y que la noche del homicidio, los vio pasar por su casa.
La pareja de Nazario “N”, alias El Bebo, con la que tuvo varios hijos producto de una relación de 5 años, ya lo había denunciado tiempo atrás por el delito de violencia familiar, cuyas agresiones, entre otras cosas, sumadas al miedo que le daba cuando tomaba, y la posesión de una pistola, le había hecho múltiples amenazas por si lo dejaba.
En una ocasión, esas amenazas estuvieron—supuestamente—a poco de convertirse en una realidad, cuando armado con el revolver pequeñito fue a la casa de su suegra a buscar a su ex pareja, y como no Salió, disparó al aire en 5 ocasiones, dejando dos agujeros de bala en un aparato de aire.
De la autopsia, trascendió que Ángel Fernando Reyes García, murió a causa de diversas lesiones, como fue una fuerte fractura craneoencefálica, pero entre ellas, estaban también varios impactos de bala, dos de ellas dejando orificios de entrada y salida, y otras tres, quedándose el proyectil alojado en su cuerpo, una de ellas en la zona del corazón.