Por Latinus
La Prensa
Después de que la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Loretta Ortiz Ahlf asegurara que la reforma al Poder Judicial ofrece «grandes oportunidades» a cumplir la paridad de género, la jueza Martha Magaña, quien otorgó una de las suspensiones contra la reforma judicial, la confrontó al señalar que «cesar a 466 juezas y magistradas federales para designar a nuevas, no es paridad de género, sino violencia institucional» .
Ortiz Ahlf explicó en su cuenta de X que a pesar de que en 2019 se aprobó en la reforma constitucional «Paridad en todo», el Poder Judicial está lejos de alcanzar la representación igualitaria, sin embargo, con la llegada de los cambios impulsados por el presidente Andrés Manuel López Obrador, en las listas de los candidatos se «observarán el principio de paridad de género».
De acuerdo con la ministra, en el 2023 el 29.5% de titulares de órganos jurisdiccionales ordinarios eran mujeres y destacó que en dos siglos, sólo 15 mujeres han llegado al máximo tribunal.
Sin la presencia de la oposición
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Loretta Ortiz aseguró que la reforma judicial ampliará la paridad de género al garantizar de manera real e inmediata una integración paritaria en la titularidad de todos los órganos del Poder Judicial, incluyendo los de mayor jerarquía, como la SCJN.
«Por primera vez habrá una Suprema Corte conformada mayoritariamente por mujeres, ya que para su renovación se elegirán cinco Ministras y cuatro Ministros. A su vez el Tribunal de Disciplina Judicial se integrará por tres Magistradas y dos Magistrados, mientras que cada una de las Salas Regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial guardará la misma proporción», escribió.
Sin embargo, la jueza Martha Magaña, radicada en Morelos y quien concedió una suspensión provisional para no debatir ni aprobar la reforma judicial hace dos semanas, aseguró que lo conseguido en 2019 será sepultado con «losas de concreto sobre las juzgadores que lograron romper el techo de cristal» y alertó que estos cambios a la Constitución son «años de retroceso».
En ese sentido, aseguró que cesar a 466 juezas y magistradas federales para designar a nuevas, no es paridad de género, sino violencia institucional.
La reforma judicial busca que los jueces, magistrados y ministros sean elegidos por voto popular entre 2025 y 2027, así como la creación de un nuevo Tribunal de Disciplina Judicial y la figura de jueces sin rostro.