Hallan 3 cadáveres de sujetos con identificaciones de Guatemala
Por El Universal
La Prensa
La crisis de inseguridad y violencia en la región de la Costa Grande, en Guerrero, no termina tras la irrupción de un comando armado la madrugada del jueves en Tecpan. La tarde del jueves, en la comunidad de La Zuzuca, en Atoyac, fueron hallados los cadáveres de tres hombres, tenían identificaciones de Guatemala.
La misma tarde del jueves, en la playa Pez Vela, en San Jerónimo, fueron detenidos por soldados del Ejército seis hombres, presuntos integrantes del comando que irrumpió en Tecpan.
Atoyac y San Jerónimo son municipios vecinos de Tecpan. Los tres municipios han vivido una semana de tensión tras la irrupción y enfrentamientos entre el comando armado que se identificó como “GNG” y el Ejército.
De acuerdo a autoridades el GNG podría tratarse de una alianza entre las organizaciones criminales La Familia Michoacana, Los Rodríguez y Los Rusos para combatir a Los Granados que llevan por lo menos dos décadas teniendo como centro de operaciones Tecpan.
Ese enfrentamiento dejó 19 personas asesinadas, dos de ellas policías municipales de Tecpan, pero como han ido pasando los días, por lo menos otros 16 cadáveres han sido hallados en distintos puntos de Tecpan y Atoyac. Además del asesinato del coordinador de la Policía Estatal en la región Sierra, Suboficial Raúl Luján Molina, en un enfrentamiento en la comunidad Miranda Fonseca, en Atoyac, el lunes pasado.
Por estos hechos han sido detenidos unos 32 hombres, por lo menos 19 de ellos de nacionalidad guatemalteca.
La alcaldesa de Tecpan, la morenista Alba Soberanis Hernández, afirmó que más de 50 integrantes del comando armado que irrumpió siguen dispersos por ese municipio y localidades cercanas.
Soberanis Hernández pidió a la población denunciarlos si los veían y recomendó a la población no salir de sus casas sólo en caso de ser necesario.
La presencia de los armados tiene en vilo a la población de estos tres municipios. No les permite que sus vidas continúen, están en alerta permanente. Con las puertas listas para ser cerradas si se suelta un nuevo enfrentamiento. No hay clases. Ni los profesores ni los padres de familias han querido tomar el riesgo de llevar a sus hijos a las escuelas. Los niños y niñas no han vuelto a los parques. El transporte redujo sus horarios, en cuanto cae el sol se termina el servicio. El comercio es inestable, no hay horarios fijos, todo depende de que no haya la alerta por un enfrentamiento. Los mercados lucen medios vacíos. Las calles igual. La gente está saliendo a lo indispensable.