Oscar Ballesteros
La Prensa
El voluntariado del programa de “Desayunos Calientes” por parte del DIF Estatal ha sumado esfuerzos e ingenio para lograr incorporar los hábitos saludables en el alumnado de la primaria “Ignacio Manuel Altamirano”; la cocina a cargo de Hilda Bravo Fernández ha permanecido durante 2 años, mismos en los que han tenido que improvisar platillos para integrar lo saludable en la dieta de los pequeños.
Por parte del DIF Coahuila se les envían todos los ingredientes para preparar los desayunos, los cuales se ofrecen en 10 pesos a los infantes, pero en un principio lo establecido por el menú les provocaba la resistencia del alumnado por lo que tuvieron que poner a trabajar su imaginación para lograr que los niños los consumieran, logrando ya una captación de 30 a 50 estudiantes diarios.
“Al principio desperdiciábamos mucha comida, no comían verduras, lentejas, nos llevábamos hasta un bote de 20 litros porque no aceptaban la comida, poco a poco se les fue incluyendo, se les pica la zanahoria bien pequeña, las espinacas se licuaban y nos hemos tenido que ir adaptando e improvisando, por lo que ya comen este tipo de alimentos, como parte de un hábito” expresó Bravo Fernández.
Este ingenio ha sumado a la población estudiantil a estos desayunos, cuyo objetivo es el de entregar comida saludable a los alumnos y evitar el consumo de comida chatarra, pero de manera estricta los resultados no se estaban dando, por lo que ellas han desarrollado la capacidad de transformar los ingredientes enviados por la instancia estatal en productos del agrado de los menores.
“El DIF nos manda un bufet, pero si nosotros nos apegamos estrictamente a él, los niños no se comen su comida últimamente ya les incluimos verduras, se les vende en 10 pesos, si hay fruta se les da fruta entre semana, se les premia a los chiquillos, a veces en viernes hacemos hot cakes, son cosas fuera del menú, pero con esto logramos incrementar su consumo” finalizó.