Reforma
Ante las presiones del Presidente electo de EU, Donald Trump, contra los productos chinos, México ya comenzó a tomar acciones.
Con el apoyo de marinos, agentes policiacos, personal del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y de la Secretaría de Economía (SE), ayer dieron un fuerte golpe a uno de los puntos más grandes de almacenamiento y venta de productos provenientes de China: una plaza de 16 pisos ubicada en Izazaga 89.
El lugar ya había sido clausurado a mediados de junio, pero por incumplimientos de protección civil.
Ayer, en cambio, la intervención fue en respuesta a cuatro denuncias por comercialización de mercancía apócrifa.
El operativo inició alrededor de las 12:00 horas y, cuando todavía estaba en curso, el Secretario de Economía, Marcelo Ebrard, anunció que irían más allá del decomiso.
«Al propietario (del edificio) ya le voy a mandar una notificación vía la Fiscalía de que ya vamos a aplicar extinción de dominio, porque ya van tres o cuatro operativos», aseguró en entrevista con Joaquín López Dóriga.
«La extinción de dominio procede con los inmuebles arrendados para venta de mercancía ilegal, así lo establece la ley vigente», agregó después en un mensaje a través de X.
Durante su campaña electoral en EU, Trump dijo que aplicaría aranceles de hasta el 60% a productos procedentes de China. Hace unos días, anunció un impuesto adicional del 10%.
Oficialmente, las autoridades federales reportaron que tras 11 horas de operativo, se decomisaron más de 260 mil productos.
La mayoría eran textiles (playeras, toallas, almohadas, entre otros) y también juguetes y maquillajes, principalmente imitaciones de las marcas Disney, Marvel y Sanrio, esta última fabricante de la línea de la figura animada Hello Kitty.
Se trata de la primera vez en la actual Administración federal que personal de la Marina apoya en temas relacionados con comercio asiático en la Ciudad de México.
Santiago Nieto, titular del IMPI, afirmó en entrevista con REFORMA que la intervención de ayer forma parte del «Operativo Limpieza» y que es sólo la primera de una serie más amplia.
«Pensamos que es la punta del Iceberg», dijo en entrevista, «a partir de ahora, la instrucción que tengo del Secretario Ebrard es seguir la trazabilidad de los objetos, de dónde provinieron y cómo llegaron hasta este inmueble», destacó.
Ahora, por piratería
Por tercera vez en lo que va del año, la macroplaza de productos importados de Izazaga 89, en el Centro Histórico, fue objeto de un operativo, ahora, por piratería.
En junio, REFORMA publicó que la llegada masiva de productos asiáticos y el crecimiento de macroplazas para venderlos y distribuirlos provocan pérdidas a comerciantes establecidos por 65 mil millones de pesos, cifra que se suma al daño por la falta de tributación al SAT.
Javier Soria, funcionario del IMPI, señaló que la dependencia recibió un aviso sobre la presencia de mercancía apócrifa en el lugar.
«Hello Kitty, Barbie, personajes de Sanrio (empresa que fabrica productos de) Hello Kitty, dibujos contenidos con Cars, Disney, Frozen, Mini, Micky Mouse, Donald, todo es lo que estamos asegurando», explicó.
La revisión se concentró en los primeros 10 niveles.
Algunos locatarios optaron por bajar las cortinas de sus negocios; sólo un puñado de establecimientos mantuvo su operación.
«Nos dijeron que es por la mercancía, pero no sabemos bien, nosotros mejor cerramos y estamos aquí esperando (…), no sabemos si van a clausurar, pero estamos esperando a ver qué nos dicen», dijo una vendedora que se encontraba en el tercer piso durante la verificación.
La locataria se encontraba junto a su empleadora, una mujer de origen asiático que no entiende español.
Ambas permanecieron vigilantes a la espera de la llegada de las autoridades.
Apenas en julio, Izazaga 89 fue clausurada luego de que el Gobierno capitalino acreditó una serie de irregularidades en su funcionamiento, y que iban desde carecer de permisos para operar bodegas hasta la fusión irregular de predios.
Sin embargo, en agosto, el edificio reabrió sus puertas.
«Siempre que vienen a cerrar vienen como a cerrar o hacer sus operativos, siempre salen con algo nuevo: ‘no, ahora no permitimos esto, no, ahora no permitimos eso’, ¿entonces?, que sean congruentes y que digan qué sí podemos vender y qué no», reclamaba otra comerciante.
En mayo, un operativo fue desplegado en Izazaga 89 con el objetivo de verificar establecimientos que comercializaban vapeadores.
Con información de Benito Jiménez