“ESTA COMUNIDAD ES ORGULLO DE COAHUILA” EXPRESÓ LA ALCALDESA
Alcaldesa Sari Pérez encabeza la tradicional cabalgata, acompañada de autoridades municipales, regionales y estatales
Oscar Ballesteros
La Prensa
FRONTERA, COAHUILA.- Con tradición y orgullo, la alcaldesa Sari Pérez Cantú encabezó los festejos del 91 aniversario del ejido 8 de Enero, una de las localidades más representativas de Frontera, conocida por su corredor gastronómico, su calidez humana y su importante contribución al desarrollo turístico y económico del municipio.
El evento inició a las 8:00 a.m. con una misa de acción de gracias en la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe, donde los habitantes agradecieron por un año más de historia y tradiciones. Posteriormente, a las 10:00 a.m., arrancó la tradicional cabalgata que recorrió la localidad, destacando en la primera fila a importantes personalidades que acompañaron a la presidenta municipal, como el representante del gobernador Manolo Jiménez Salinas, licenciado Sergio Sisbeles Alvarado; el alcalde de Monclova Carlos Villarreal; el comisariado ejidal Raúl Guadalupe Cedillo; y el director de Cultura, Jaime Salvador Quirino.
Uno de los momentos más destacados fue la coronación de la reina del ejido 8 de Enero, Danna Paola Primera, quien estuvo acompañada por su corte real y la reina saliente. La ceremonia se llevó a cabo en la plaza ejidal, donde las autoridades ofrecieron mensajes emotivos, reconociendo el impacto del ejido como motor cultural y económico para Frontera.
En su mensaje, la primera alcaldesa en la historia de Frontera expresó:
«El Ejido 8 de Enero es un orgullo para nuestro municipio y para todo Coahuila. Su corredor gastronómico y la calidez de su gente son conocidos en toda la región. Esta comunidad ha sido fundamental para el crecimiento económico de Frontera, impulsándonos pa’delante con pasos de gigante. Nuestro compromiso es seguir apoyando a las comunidades rurales, fortaleciendo sus tradiciones y trabajando por un Frontera con orden y rumbo.»
Los festejos concluyeron con una comida y convivencia en el salón ejidal, donde familias y visitantes disfrutaron de un ambiente lleno de alegría, sabor y tradiciones que reforzaron los valores de unidad y orgullo por la identidad fronterense.