Aunque la masa glacial aun no llega, en los barrios marginales temen al peligroso intruso que se cuela entre huecos, y que puede ser letal
Alberto Rojas Carrizales
LA PRENSA
La masa glacial aún no llega, pero en barrios pobres los vecinos ya tiemblan no precisamente de frío, ante el pronóstico de una desescalada de hasta menos cuatro grados, la naturaleza alista su manto de hielo, por eso, algunas familias que viven en chozas de lámina y cartón empezaron a emigrar con parientes.
En la colonia Las Esperanzas los moradores viven precisamente de eso; de esperanzas, en invierno el cuadro ártico congela ilusiones, son familias indefensas que casi viven en situación de calle, el frío intenso es un peligroso intruso que se cuela por todos lados, por eso las cobijas y bebidas calientes no son suficientes.
Algunas chozas lucen desoladas, los vecinos afirmaron que ante noticias de una cruel tormenta invernal, los moradores habrían emigrado con familiares cercanos para proteger principalmente a niños. Una mujer rehúsa una entrevista porque dice que nadie le apoya con algo para al menos paliar las necesidades básicas.
El frío paralizará actividades en muchos casos, únicamente se hará lo estrictamente necesario, el domingo ingresará la onda gélida, pero el reporte meteorológico no enfría el miedo de sufrir, aunque está la opción de refugios del municipio con calefacción, cobijo y alimentos para mitigar la onda gélida.
Las humildes viviendas fueron construidas con tablones y láminas, pero cuando la naturaleza se ensaña con intensas heladas, los moradores colocan lonas y hule como intentando ahuyentar la masa de aire polar que azotará con fuerza casi toda la semana desde el domingo próximo.
¿Qué hará usted frente al intenso frío?- se le preguntó a una moradora que descansa al exterior esperando que el sol caliente las calles, pero el día es nublado. Ante la pregunta calla, dice que nadie les ha llevado algo de apoyo a ese sector enclavado al suroriente de Monclova.
Cuando se le pregunta a vecinos de chozas supuestamente solas por qué no hay nadie, la respuesta es la misma, -al parecer fueron a visitar familiares en busca de refugio mientras pasan los días de frío-. Algunos tienen bebés, la tormenta invernal se aproxima, las autoridades se preparan también para auxiliar en la emergencia.