Protagonizó un accidente vial que dejó postrado dos años al afectado
Alexis Massieu
La Prensa
A poco de cumplirse media década del accidente vial que lo dejó postrado en una cama durante 2 años, el día de ayer se celebró una salida alterna, en la que el acusado Jorge Homero “N”, se comprometió a pagar a favor del afectado Faustino Mauricio, una reparación del daño por 200 mil pesos, de la cual entregó 30 mil en efectivo y el resto lo dará en abonos.
“A mí, el golpe no me lo dio en abonos”, le comentó el afectado al juez previo a la celebración de la audiencia en la que finalmente dio su consentimiento, para que se autorizara una suspensión condicional del proceso, en el entendido, que de haber un incumplimiento, el proceso legal continuará.
Entre las condiciones que se pactaron para terminar con una salida alterna la causa penal 1552/2023, Jorge Homero “N” se obligó a pagar 10 mil pesos más en un plazo de un mes, y a partir de ahí, 4 mil pesos mensuales para completar los 200 mil pesos en 3 años.
Otras de las condiciones que se le impusieron al acusado, son las de no manejar en estado inconveniente, la de no molestar a la víctima, y la de hacer 40 horas de servicio social en el programa de la Presidencia Municipal, la “Ola Monclovense”.
Para el caso de que haya un incumplimiento, el juez le advirtió al acusado que el procedimiento se reactivaría en la etapa en la que se suspendió, que el dinero entregado no se le regresaría, y que su situación legal se le podría complicar.
A 5 AÑOS DEL ACCIDENTE
Como si hubiera ocurrido el día de ayer, Don Faustino Mauricio, quien ya es un hombre de la tercera edad, recordó el accidente que lo dejó 2 años sin poder levantarse de una cama, ocurrido el 4 de abril del año 2021.
Eran cerca de las 11:00 horas cuando circulaba en su motocicleta por la avenida Ejército Mexicano, a la altura del COBAC 24, donde al volante de una camioneta, Jorge Homero “N”, en aparente estado etílico se pasó el alto.
Cinco clavos fueron los que le tuvieron que poner en una pierna, relató de Faustino. Indicando que fue mucho el sufrimiento por no poder caminar: “me aventé dos años en cama mi esposa—señaló a quien lo acompañaba—era la que me bañaba y me cambiaba.
Con mucha fuerza de voluntad pudo recuperarse, más allá de que la falta de dinero no le permitió tener los trabajos de rehabilitación que necesitaba, siendo un programa de gobierno de atención a victimas el que le ayudó a superar los problemas emocionales y psicológicos que generó en él, el desafortunado accidente.
“De un momento a otro te cambia la vida, yo era guardia de seguridad, trabajé en AHMSA y en la UAdeC”, dijo quien actualmente tiene 65 años de edad, y habrá de esperar tres años más para que por fin se le “repare” el daño que sufrió.