“LA DIOSA PANTERA”
A los 93 años falleció Yolanda Montes, actriz y bailarina del cine de oro mexicano
Cd. de México
La Prensa
Yolanda Yvonne Montes Farrington, conocida en el ámbito artístico como Tongolele, falleció el pasado domingo por la noche en Puebla, dejando una huella imborrable en el mundo del espectáculo mexicano.
La noticia de su deceso comenzó a circular en redes sociales en las primeras horas del lunes, y fue posteriormente confirmada por Televisa.
La causa de su fallecimiento aún no ha sido divulgada, lo que mantiene a sus seguidores y a la opinión pública expectantes.
Tongolele, quien durante varias décadas se destacó como una de las figuras más emblemáticas del cine y el entretenimiento mexicano, enfrentó graves problemas de salud desde 2010. La exvedette, que brilló en el cine de la época dorada, fue diagnosticada con Alzheimer, enfermedad que la alejó de los escenarios y de la vida pública en 2015.
¿Quién fue Tongolele?
Nacida el 3 de enero de 1932 en Spokane, Washington, Tongolele tenía raíces mexicanas por parte de su padre, Elmer Sven Montes, y estadounidenses por su madre, Edna Pearl Farrington.
Desde niña mostró un gran interés por la danza, lo que la llevó a integrarse al Ballet Internacional de San Francisco y a participar en espectáculos teatrales con una revista tahitiana.
En 1947, con apenas 15 años, emigró a México, donde el empresario Américo Mancini la llevó a debutar en el cabaret Tívoli con el nombre artístico de Tongolele.
Su imponente presencia escénica y su estilo exótico la hicieron destacar rápidamente, convirtiéndola en una de las estrellas más aclamadas de los centros nocturnos de la Ciudad de México.
Su éxito ayudó a impulsar el movimiento de las Exóticas, un grupo de vedettes que revolucionaron la vida nocturna en las décadas de los cuarenta y cincuenta.
Carrera cinematográfica y en la televisión de Tongolele
Gracias a su popularidad, en 1948 incursionó en el cine con ‘La mujer del otro’, ‘Nocturno de amor’ y ‘Han matado a Tongolele’.
Aunque muchas de sus apariciones en pantalla consistían en números de baile, logró consolidarse como una de las pocas bailarinas exóticas con una carrera cinematográfica sólida.
Participó en películas como ‘El rey del barrio’ (1949), ‘Mátenme porque me muero’ (1951) y ‘Música de siempre’ (1956).
A finales de los años 60 y 70, con el auge del cine de terror y el boom de las vedettes, ‘Tongolele’ reapareció en producciones como ‘Las mujeres panteras’ y ‘Snake People’ (1971), donde interpretó a Kalea, una bailarina que utilizaba serpientes en su espectáculo.
En los años 80, se unió a la televisión con una actuación especial en ‘La pasión de Isabela’ (1984), y en la década del 2000, participó en la telenovela ‘Salomé’ (2001-2002).
Su última aparición en el cine fue en ‘El fantástico mundo de Juan Orol’ (2012). También tuvo un regreso triunfal al teatro con la obra musical ‘Perfume de Gardenia’ entre 2011 y 2013.
Ésta era su enfermedad
En 1956, ‘Tongolele’ contrajo matrimonio con el cubano Joaquín González, con quien tuvo dos hijos gemelos, Ricardo y Rubén González Montes. En 1996, sufrió una gran pérdida con la muerte de su esposo, lo que marcó un giro en su vida personal y profesional.
Desde 2010 comenzó a mostrar síntomas de demencia senil, y en 2016 su familia confirmó que padecía Alzheimer, lo que la obligó a retirarse definitivamente de la vida pública en 2015.
Para combatir los efectos de la enfermedad, recurrió a la danza tahitiana como terapia en su estudio privado, ubicado en su mansión en Puebla.
El fallecimiento de ‘Tongolele’ deja un vacío en el mundo del entretenimiento mexicano, pero su legado perdurará en la memoria de quienes la vieron brillar en los escenarios y en la pantalla grande.
Su impacto en la danza, el cine y la cultura popular sigue vigente, recordándola como una de las vedettes más icónicas de México.
La cinta en que «Tongolele» intentó matar a «Tin Tan»
Su talento y carisma la llevaron a participar en diversas producciones cinematográficas, destacando su colaboración con Germán Valdés «Tin Tan» en la película «¡Mátenme porque me muero!» (1951).
En «¡Mátenme porque me muero!», «Tongolele» interpreta a Satanela, una enigmática bailarina exótica que se convierte en el centro de atención en un club nocturno. Su personaje desempeña un papel crucial en la trama, que gira en torno a «Tin Tan», un hombre que, tras ganar la lotería, decide donar su fortuna a un orfanato.
Sin embargo, dos personajes oportunistas, Santanela y Riverita, intentan apoderarse del dinero haciéndole creer a «Tin Tan» que padece una enfermedad terminal, convenciéndolo de que debe suicidarse.
A pesar de múltiples intentos fallidos, «Tin Tan» solicita la ayuda de un sindicato de asesinos para acabar con su vida, pero incluso ellos fracasan en el intento. La película se desarrolla en una serie de situaciones cómicas que reflejan la habilidad de «Tin Tan» para evadir la muerte de manera inadvertida.
La participación de Tongolele en «¡Mátenme porque me muero!» es especialmente recordada por la secuencia del baile de «Las calaveras», donde despliega su talento en una vibrante coreografía al ritmo de la música en vivo de Pérez Prado.
Esta escena no solo resalta sus habilidades como bailarina, sino que también ejemplifica la fusión perfecta entre la comedia y el espectáculo musical que caracteriza a la película.
La reciente partida de Yolanda Montes «Tongolele» nos invita a recordar y celebrar su invaluable contribución al arte y la cultura mexicana. Su legado perdura en películas como «¡Mátenme porque me muero!», donde su talento y carisma continúan fascinando a nuevas generaciones.
Tongolele: la estrella de cabaret y el cine mexicano que dejó huella
Su nombre artístico, Tongolele, surgió como una representación del carácter exótico que la envolvía y que, rápidamente, se convirtió en su sello característico.
El impacto de Tongolele en el espectáculo la llevó a incursionar en el cine, donde su presencia se convirtió en un atractivo recurrente. Debutó en la pantalla grande en 1947 con «Nocturno de amor», película en la que su habilidad para el baile capturó la atención del público. Posteriormente, participó en producciones como «¡Han matado a Tongolele!» (1948) y «Perdida».
A lo largo de su carrera actuó en más de una decena de películas y compartió créditos con figuras como Tin Tán y Emilio «El Indio» Fernández.
A la par de su carrera cinematográfica, Tongolele mantuvo una destacada presencia en los cabarets y teatros de revista. Escenarios como el Teatro Blanquita, el Capri y el Follies Bergère fueron testigos de su carisma y talento. Su capacidad para conectar con el público, sumada a una energía inagotable y una estética escénica cuidadosamente elaborada, la convirtieron en una de las vedettes más solicitadas y reconocidas de su época.
El espectáculo de Tongolele no solo consistía en su habilidad para el baile, sino en la capacidad de transportar al público a universos rítmicos desconocidos. Cada presentación era una invitación a descubrir la riqueza de los sonidos afroantillanos, que, gracias a su labor, se integraron de manera natural al repertorio musical mexicano.
Tongolele se erigió como un puente entre distintas tradiciones musicales y culturales. Proveniente de Estados Unidos, pero adoptada por México, logró que ritmos de origen africano, caribeño y polinesio se integraran al entretenimiento nacional, enriqueciendo así el panorama musical del país.
Aunque con el paso del tiempo se retiró de los escenarios, su legado permaneció.
«El Tivoli», el lugar que vio surgir a «Tongolele»
«Tongolele» llegó a México en 1947 para despegar su carrera como bailarina y actriz, y lo hizo en el famoso Teatro cabaret «Tivoli» de la Ciudad e México, un lugar icónico donde las vedettes se presentaban en la vida nocturna de la Ciudad.
El «Tivoli» nació en septiembre de 1946, gracias a los empresarios Manccini e Iracheta. El lugar se ubicaba en la Primera calle de la Libertad en la capital, en un corredor donde se encentraba la «zona roja» de la ciudad.
En aquel lugar las noches eran mágicas, donde desfilaron artistas como Pedro Infante, Libertad Lamarque, Los Panchos, Ninón Sevilla, Katy Jurado, Olga Guillot, Toña la Negra, Agustín Lara, Marga López, entre otros y otras artistas de la época.
El «Tivoli» también vio nacer a las vedettes llamadas «las exóticas», quienes eran mujeres caracterizadas por usar nombres extravagantes, diminutos atuendos y su show consistía en incluir danzas africanas, tahitianas u orientales, y una de las pioneras de este género fue «Tongolele».
Debido al éxito de sus bailes, Montes cada que se presentaba en el «Tivoli» siempre había tumultos para ingresar y conseguir un ansiado lugar en el recinto y así poco a poco «Tongolele» dio el salto al cine.
El famoso teatro cabaret «Tivoli» cerró su telón un 10 de noviembre del 1963, fecha que representó su última función y días después, el 23 del mismo mes y año, fue demolido.
La censura que enfrentó Tongolele en la televisión
La bailarina Yolanda Montes, conocida artísticamente como Tongolele, fue la primera mujer a quien se le asoció el adjetivo de «exótica», gracias a su nombre y al tipo de baile tahitiano que interpretaba. Con movimientos suaves y sensuales, mostrando su ombligo, cautivaba al público.
A lo largo de su carrera, se presentó en algunos de los cabarets más importantes, destacando con espectáculos llenos de atuendos extravagantes. Su éxito en el escenario la llevó al cine en 1948 con «Nocturno de amor», y más tarde protagonizó «¡Han matado a Tongolele!», convirtiéndose en una figura central en el Cine de Rumberas.
Sin embargo, hacia finales de los 50, su carrera se vio afectada por la censura, al ser considerada un símbolo sexual. Esto le causó un descenso en popularidad. Después de un tiempo fuera de México, regresó en la siguiente década para retomar su carrera.
En una entrevista con la periodista Christina Pacheco, Yolanda, quien falleció ayer 16 de febrero, recordó cómo nunca se sintió parte del mundo televisivo debido a las prohibiciones que enfrentó por su estilo. «Eso me daba risa. Recuerdo que una vez un periódico dijo que me censuraron o no me dejaron cantar», comentó sonriente.
Relató que se iba a presentar (en la tele) con un vestido que cubría por completo su cuerpo, similar a los que utilizaba su entrañable amiga, la cantante María Victoria. «Iba a cantar, pero me prohibieron. Cuando llegué a Nueva York, vi un periódico que decía: ‘Tongolele, la artista cuyo nombre es demasiado sexy para la televisión'», recordó, entre carcajadas, sorprendida por cómo solo su nombre generaba controversia.
La bailarina falleció en Puebla, aunque las causas de su muerte aún no han sido reveladas.