El sambonense, quien murió mientras se encontraba detenido en el Cereso de Saltillo por violencia familiar, le fue entregado a su familia sin vida
Alexis Massieu
La Prensa
De acuerdo a la necropsia que le practicó un médico legista de la Fiscalía General del Estado, fue un derrame cerebral lo que le causó la muerte a Juan Efraín Galván Reyna, un sambonense que se encontraba detenido en el penal de Saltillo a raíz de un proceso por el delito de violencia familiar.
Fue el día de ayer en el Centro de Justicia Penal, donde se le hizo saber a los abogados de la familia de Juan Efraín, qué fue lo que encontró el médico de la FGE al revisar su cuerpo, y porque su deceso lo calificó de una muerte natural por enfermedad.
En este documento se asentó que Galván Reyna sufrió una lesión en una de las venas del cerebro, lo que provocó el derrame, y que en la inspección no se encontró ninguna huella física que pudiera indicar que el deceso ocurrió de otra manera.
Será con base al dictamen de la necropsia, el informe que rindió el director del CERESO tras su deceso, y el certificado médico que se le levantó al sambonense al momento de ingresar al referido Centro Penitenciario, indicando que no padecía ninguna enfermedad, los abogados determinarán si habrá o no alguna acción legal.
Como se recordará: fue el pasado 17 de febrero cuando el personal del CERESO dio a conocer la muerte de Juan Efraín Galván Reyna, diciendo que a quien tenía 33 años de edad le había dado un infarto al encontrarse en el área de enfermería por un malestar.
Sin embargo, al rendir su informe para el juez penal que llevaba el caso, el Director del penal, Martín Ulises Nájera Cena, indicó que Juan Efraín Galván fue internado el día 31 de enero del presente año (2025), y que el pasado 17 de febrero, al momento de pasar lista en la Sección “A”, no respondió al llamado, y uno de los custodios fue a buscarlo al interior de la celda.
Al moverlo para tratar de despertarlo, Juan Efraín no reaccionó, alertando el oficial al personal médico, que al revisarlo descubrió que no contaba con signos vitales, practicándole en 7 ocasiones los ejercicios de reanimación sin que tuvieran buenos resultados.