Este momento que se vive en el Vaticano, coincidió con la llegada a esta ciudad de la reliquia de San Judas Tadeo
Por Iván Villarreal
La Prensa
En un día marcado por la fe y la esperanza, la comunidad católica de Monclova vivió un momento histórico al recibir la noticia de la elección del nuevo Papa, León XIV, al mismo tiempo que se celebraba la misa de bienvenida de la Reliquia de San Judas Tadeo.
Monseñor Néstor Martínez, Vicario de la Diócesis de Saltillo, expresó su emoción al conocer el nombre del nuevo Sumo Pontífice en medio de la ceremonia religiosa: “Estaba celebrando la misa cuando me informaron que ya había sido elegido el Papa. No lo conocía, solo me dijeron que es agustino, de la orden de los Agustinos, y que es originario de Estados Unidos. Eso nos llena de alegría, porque sigue siendo un Papa del continente americano”.
Monseñor Martínez destacó la importancia del continente en la vida de la Iglesia: “América tiene una enorme cantidad de católicos. Esta elección es un signo claro de que el Espíritu Santo tiene presente la fe de todos los habitantes de nuestro continente. Nuestra Iglesia es fuerte, y esto nos anima a seguir creciendo espiritualmente”.
El sacerdote también reflexionó sobre el papel del Espíritu Santo en la elección papal: “Hay quienes dicen que el Papa no lo eligen los cardenales, sino el Espíritu Santo manifestado a través de ellos. Recordando las palabras del Papa emérito Benedicto XVI, es evidente que aunque hay intervención humana, el Espíritu Santo se mueve en cada pensamiento y decisión del ser humano. Eso creemos profundamente”.
Sobre el proceso del cónclave, Mons. Martínez compartió que, aunque no conocía todos los detalles, la elección de León XIV se habría dado tras la quinta votación, siguiendo el protocolo habitual de votaciones dobles por la mañana y por la tarde, hasta llegar al esperado humo blanco que anunció al mundo la llegada del nuevo Pontífice.
La coincidencia del anuncio con la misa por la Reliquia de San Judas Tadeo hizo de este evento un momento espiritual muy especial para los fieles: “Iniciamos la misa sin saber el nombre del nuevo Papa. En medio de la celebración se dio a conocer. Mencionarlo en la misa de bienvenida de San Judas fue algo muy significativo. Esta doble alegría nos embarga profundamente”.
Así, entre la llegada de una reliquia sagrada y la elección del sucesor de Pedro, Monclova vivió una jornada de fe viva, en la que la comunidad se sintió fortalecida por los signos visibles del amor de Dios. “Estamos viviendo tiempos de renovación, de esperanza, y de comunión con la Iglesia universal”, concluyó el párroco.