Enfrentó violencia familiar, múltiples desapariciones y buscó refugio en el boxeo, pero no logró escapar de la adversidad que marcó su corta existencia
Alonso Crisante
LA PRENSA
SAN JUAN DE SABINAS, COAHUILA.- La comunidad de Nueva Rosita está consternada tras la muerte de Brisa Izela Castellanos Márquez, una niña de apenas 12 años cuya vida se apagó en circunstancias dolorosas que reflejan la vulnerabilidad que enfrentan muchos menores en entornos difíciles.
Brisa, conocida como la “niña boxeadora” por encontrar en el deporte una vía para canalizar sus emociones y enfrentar las dificultades, llevaba una vida marcada por la lucha constante. Según la Dra. Lorena Sáenz Menchaca, orientadora municipal que acompañaba a la familia, la niña provenía de un hogar desintegrado donde la violencia y el consumo de sustancias dejaron profundas heridas.
Desde sus 11 años, Brisa fue detectada en situaciones de riesgo, deambulando sola por las calles, situación que preocupó a las autoridades y llevó a que en varias ocasiones la regresaran a su hogar con la esperanza de protegerla. Sin embargo, esas acciones no fueron suficientes para cambiar un destino que parecía estar marcado por la adversidad.
A principios de este año, Brisa vivió un episodio de violación y abuso sexual que afectó su estabilidad emocional y llevó a su familia a buscar ayuda psicológica. Tras ello, su comportamiento cambió, y su madre reconoció que la situación estaba fuera de control, pues la menor llegó a desaparecer en varias ocasiones antes del desenlace fatal. Apenas llevaba un año viviendo con su madre, luego de haber pasado tiempo con una tía en Monterrey, donde también enfrentó un entorno familiar complicado.
Tras diez días desaparecida, la comunidad recibió la desgarradora noticia de su fallecimiento, que ha reavivado la preocupación por la protección de niños y niñas en situación de riesgo. Esta pérdida vuelve a traer a la memoria el caso de Jimena Alejandra Medina Márquez, asesinada hace siete meses y cuya tragedia aún duele en la región carbonífera.
