A casi 20 años de la tragedia, la familia del minero de Pasta de Conchos recibe los restos; 15 trabajadores han sido identificados hasta ahora
Karla Cortez
LA PRENSA
SAN JUAN DE SABINAS, COAHUILA.– Después de casi dos décadas de incertidumbre, la familia de Ignacio Campos Rosales pudo, por fin, abrazar la verdad que tanto esperó: sus restos fueron recuperados e identificados, casi 20 años después del colapso en la mina 8 de Pasta de Conchos, ocurrido el 19 de febrero de 2006.
Ignacio, originario de la villa de Agujita, tenía más de 16 años de experiencia como operador de equipo de producción cuando quedó atrapado junto con otros 64 trabajadores. Su nombre se convirtió en símbolo de lucha y resistencia, al igual que el de los demás mineros cuyos cuerpos aún no han sido localizados.
La recuperación de sus restos se realizó hace aproximadamente un mes en el área de rampas. El proceso de identificación forense concluyó recientemente y, este miércoles 9 de julio, su familia finalmente pudo recibirlos. Con este caso, suman ya 15 los trabajadores identificados, de un total de 23 cuerpos extraídos hasta la fecha.
Ignacio no fue el único de su familia que pereció en la tragedia; también quedaron atrapados sus primos Amado y Juan Manuel, cuyos restos ya habían sido localizados e identificados con anterioridad. Hoy, los tres descansan en paz en la tierra que los vio nacer, luego de años de espera y dolor.
La entrega de los restos de Ignacio representa un paso más en el largo camino de justicia y reparación para las familias de Pasta de Conchos. No obstante, aún restan 40 mineros por recuperar, y el clamor de sus seres queridos sigue vivo. Las viudas, madres e hijos de los trabajadores caídos han sostenido esta exigencia durante 19 años, convencidos de que la tragedia no se supera con el tiempo, sino con verdad, memoria y justicia.