Pablo Cruz muestra admiración por todos aquellos actores que trabajaron con Gómez Bolaños pues, sin ellos, la magia que produjeron sus programas no sería la misma
Pablo Cruz encuentra el lado positivo frente a las críticas y señalamientos que Florinda Meza ha hecho acerca de la veracidad de “Sin querer queriendo”, la bioserie de Chespirito, en donde es retratada, no sólo como la responsable de que el matrimonio de Roberto Gómez Bolaños se terminara, sino como la persona que estuvo detrás de la salida del programa de Ramón Valdés y Enrique Segoviano.
El 5 de junio se emitió el primer episodio de la bioserie. Con rotundo éxito, la producción de Max fue acogida por el gusto del público que, además, se ha encargado de revivir un hecho indiscutible; el amor de Meza y Gómez Bolaños surgió de una infidelidad.
Eso, ha llevado a usuarios de redes sociales a condenar el comportamiento de Florinda que, en las últimas semanas, se ha tenido que enfrentar al ciberbullying, a los mensajes de odio y a las burlas, de las que se ha defendido, bajo el argumento de que en “Sin querer queriendo”, la historia de “Robert” está mal contada.
A este respecto, “Venga la alegría” cuestionó a Cruz, protagonista de la serie, quien afirma que, a pesar de que las declaraciones que la actriz ha hecho, no son favorecedoras, han tenido un efecto beneficioso para la producción, convirtiéndose en tema de conversación desde que fue estrenada.
“Una gran promoción para la serie ´Chespirito: sin querer queriendo´”, dijo sin más detalles.
También aclaró que, en lo que respecta a él, no tiene nada en contra de Florinda, pues expresó que respeta y guarda admiración por todo el elenco original de Chespirito ya que piensa que, si alguno de ellos no hubiera sido partícipe, otra hubiera sido la historia.
“Agradezco y respeto a toda la gente que estuvo involucrada en ese legado cómico y humorístico, que lleva 50 años en la burbuja social, deseo que la sigan viendo y que la gocen y, si no la gozan, que la comenten y la compartan”, dijo al matutino.
Cruz se tomó muy en serio su preparación para dar vida a Chespirito; por tres meses se limitó a comer sólo sándwiches de jamón, un mantra que lo ayudó a adentrarse en el pensamiento del creador artístico.
“Tuve el hábito de comer solamente sandwich de jamón, la gente piensa que es broma, pero no, de verdad, durante tres meses sólo me alimenté de eso”, confió.
Otras de las declaraciones que concedió a este medio fue acerca de la gran conexión que creó con las hijas y el hijo de don Roberto, quienes le dieron luz verde para proponer algunas ideas que, además, le dejaron ejecutar a la hora de dar vida al personaje.
“Hice una gran conexión con la familia que me permitió que esas propuestas no se quedaran en el aire, sino que se pudieran concretar desde la parte emocional”, destacó.
Personaje que, en principio, le merecía tanto respeto, por el peso que conllevaba representarlo que, llegó a temer de su capacidad, sin embrago, con el tiempo, lo hizo suyo, pues, “Sin querer queriendo” es, sin duda, el proyecto -hasta la fecha- más importante en su carrera como actor.
“Ya no me pesa tanto ahora, al principio sí, porque había una necesidad mía de hacerle justicia, sobre todo por lo espléndido que ha sido conmigo, pero hay veces que mis propias inseguridades me dicen, ‘aquí no fuiste lo suficientemente justo’ y eso me causa conflicto”, destacó.
Por El Universal