Entre aplausos, fervor y llanto, comienza la celebración anual, donde miles agradecen o piden por un milagro
Monserrat Rodarte
La Prensa
SALTILLO, COAHUILA.- Envuelto entre una multitud llena de fe, el Santo Cristo, patrono de Saltillo descendió la mañana de este domingo, dando la pauta a la serie de celebraciones que se hacen en el marco del 6 de agosto, día de su santo.
El protocolo inició minutos antes de las 10:00 de la mañana, mientras en su capilla se hacían las maniobras necesarias para bajarlo con delicadeza, decenas aguardaban a las afueras del templo para poder aplaudirle, agradecerle y hacer una oración en su honor.
El obispo Hilario González, acompañado de Raúl Vera, obispo emérito y el párroco de la catedral encabezaron la pequeña procesión, seguidos de ellos los caballeros y damas del Santo Cristo.
Basto de la fuerza de nueve jóvenes para poder cargar la imagen que hace más de cuatro siglos llegó a la capital coahuilense, según relatan historiadores a bordo de una mula.
En cuestión de minutos una ovación se escuchó. Mientras unos aplaudían, otros más inclinaban su cabeza en señal de reverencia o se postraban en sus rodillas para agradecer al Cristo al que se le adjudican más de 25 mil milagros. Unos más públicos que otros.
Al interior de la catedral, cientos ya aguardan ver pasar al Santo Cristo, que a pesar de su longevidad, se ha mantenido casi ileso al paso de los años. Dentro del protocolo, antes de ascender y coronar el gran altar, quienes se dieron cita pudieron verle de cerca. Honrar su presencia y agradecer por los milagros y peticiones concedidas.
Será a partir de este lunes 28 de julio que el novenario en su honor dé inicio, de ahí las diversas actividades a las que los fieles devotos podrán darse cita hasta que llegue el 6 de agosto.
EL CRISTO MILAGROSO
El cariño que le tienen al Santo Cristo ha trascendido fronteras, pues en el paso de los años, la fe llega a lugares cercanos y lejanos a Saltillo. Prueba de ello, son los cientos de “milagritos” que coronan su altar, ese en el que se le visita la mayor parte del año.
En información compartida por quienes son cercanos a la imagen, han informado que más de 25 mil piezas han llegado a honrar la labor del Cristo, ante eso fueron utilizadas para crear grandes murales sobre su cabeza y en ambos costados.
Se conoce que fue el entonces cura, Don Lucas de las Casas quien mandó a poner los ex votos que llegaban hasta la casa del Santo Cristo, por el año de 1722.
El fin de la viruela, la vez que se le vio sudar a la imagen por un sacristán en el año de 1708, la sanación a un cura enfermo, una lluvia intensa que terminó con la sequía en 1958, entre otros. Milagros relatados por los cronistas e historiadores de Saltillo.
Sin embargo no es más que la propia fe de los cientos de asistentes que le visitan a lo largo del año que se le puede observar el gran amor y cariño que le tienen al también conocido Cristo de las Ánimas.