Las obras incluyen refuerzos estructurales, ampliación de zonas de abordaje y mejoras en señalización, preparando el lugar para recibir el nuevo vuelo comercial a Ciudad de México
Alonso Crisante
LA PRENSA
SALTILLO, COAHUILA.– Bajo andamios, señales de obra y cuadrillas en movimiento, el Aeropuerto Internacional Plan de Guadalupe muestra a simple vista su transformación. Técnicos afinan plataformas, albañiles ajustan accesos y personal operativo prueba nuevas rutas internas para dejar lista la terminal ante el estreno de la conexión Saltillo–Ciudad de México, prevista para el 31 de octubre.
La Administradora Coahuilense de Infraestructura y Transporte Aéreo, responsable de la operación del aeropuerto, basa estos trabajos en el título de operación contenido en la concesión firmada en noviembre de 2023. Ese documento, con vigencia de 40 años, obliga a la administración a ejecutar modernizaciones, a mantener las instalaciones y a cumplir las normas técnicas dictadas por la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC). En lo práctico, las intervenciones recientes se concentran en la terminal de doble altura —remodelada en meses pasados para ofrecer mayor comodidad—, la ampliación de zonas de abordaje y la actualización de los sistemas de seguridad y señalización aérea.
Aunque el Gobierno estatal ha puesto el énfasis en que la inversión pretende consolidar al Plan de Guadalupe como un punto logístico estratégico del noreste, las autoridades no han hecho públicos los montos ni han dado a conocer las empresas contratistas encargadas de las obras. Lo que sí se ha confirmado oficialmente es la tipología de las obras: refuerzos estructurales en plataforma, adecuaciones para el embarque y mejoras en los procesos operativos que permitan atender con eficiencia el flujo que traerá la nueva ruta comercial.
El reinicio de operaciones comerciales supone, además, una transición en el uso de la terminal: tras años en los que predominaban vuelos privados y carga, el aeropuerto busca recuperar su condición de puerta aérea regional. Con ese objetivo, el gobierno estatal anunció que el gobernador Manolo Jiménez Salinas presentará, en los próximos días, el proyecto integral de operación que formalizará la etapa comercial. Ese anuncio cerrará la fase de adecuaciones y servirá como hoja de ruta para la etapa de servicios regulares de pasajeros, logística y conexiones regionales.
La apertura del enlace con la capital será la primera prueba de fuego: más allá de las obras visibles, la certificación operativa ante la AFAC y la coordinación con aerolíneas y operadores en plataforma determinarán si el Plan de Guadalupe logra estabilizar una oferta regular de vuelos comerciales. Si la infraestructura y los procesos responden como se espera, el aeropuerto podría transformarse en un nodo que conecte la actividad productiva y de negocios del sureste de Coahuila con el resto del país, tal como lo plantea el plan estatal de conectividad aérea.