El pasado fin de semana un sacerdote viajó a Hidalgo, Coahuila para oficiar una ceremonia nupcial, pese a los enfrentamientos recientes en la carretera Ribereña
Por: Redacción
LA PRENSA
HIDALGO, COAHUILA. – A pesar del clima de violencia que se ha vivido recientemente en la región norte de Coahuila, el obispo de la Diócesis de Piedras Negras, monseñor Alfonso Gerardo Miranda Guardiola, destacó un momento de esperanza y alegría ocurrido este fin de semana en el municipio de Hidalgo.
El prelado relató que, a pesar de los enfrentamientos registrados en días previos sobre la carretera Ribereña, una boda pudo celebrarse con normalidad, luego de que un sacerdote aceptara de manera voluntaria trasladarse hasta la comunidad para oficiar la ceremonia.
“Había una boda, pero en tres días seguidos hubo enfrentamientos, y entonces estábamos con la zozobra de poder llegar”, explicó monseñor Miranda. Agregó que el gesto del sacerdote permitió llevar a cabo la unión matrimonial, lo que significó una gran alegría para los novios, sus familias y los habitantes del lugar.
“Fue una anécdota de alegría en medio de la dificultad; a pesar del clima adverso y de violencia, bendito Dios que se pudo hacer la boda”, expresó el obispo, quien subrayó la importancia de mantener la fe y la esperanza incluso en momentos de inseguridad. Nota elaborada con información de la Rancherita.