El cable que se rompió en septiembre y provocó la caída de un funicular de Lisboa por una colina, matando a 16 personas, no estaba certificado para el transporte de pasajeros, según un informe preliminar que también apunta a fallos de mantenimiento.
La Oficina de Investigación de Accidentes Aéreos y Ferroviarios de Portugal (GPIAAF, por sus siglas en portugués) señaló en el informe presentado a última hora del lunes que aún era imposible determinar si la causa del accidente fue el uso de un cable inadecuado, en un contexto de que también intervinieron otros factores.
El informe final de la GPIAAF está previsto para el próximo mes de septiembre.
El vagón amarillo, similar a un tranvía, que sube y baja personas por una empinada ladera de la capital portuguesa, chocó contra un edificio tras salirse de la vía el 3 de septiembre.
Gloria, inaugurado en 1885, es uno de los tres antiguos funiculares explotados por la empresa municipal de transporte público Carris, que suspendió su uso tras el incidente. La línea transportaba unos 3 millones de turistas y lugareños al año.
Carlos Neves, presidente del Colegio portugués de Ingeniería Mecánica, dijo a EFE que la catástrofe se produjo tras “un conjunto de muchos errores” cometidos en diferentes niveles y plazos, que llevaron a que un accidente fuera “inevitable”.
El GPIAAF dijo que los procedimientos de mantenimiento, diseñados por Carris, no se actualizaban desde hace muchos años y que “el uso de cables que no cumplían las especificaciones y restricciones de uso se debió a varios fallos acumulados en el proceso de adquisición, aceptación y utilización de los mismos por parte de Carris”.
Los mecanismos de control interno de Carris “no eran suficientes ni adecuados para prevenir y detectar dichos fallos”.
Carris subcontrató el mantenimiento del ascensor desde 2007 y el GPIAAF también detectó deficiencias en este ámbito.
“Hay pruebas de que las tareas de mantenimiento registradas como completadas no siempre se corresponden con las tareas realmente realizadas”, señaló.
El experto agregó que el funicular de Gloria fue sometido a una “transformación tecnológica” hace décadas que “le retiró alguna capacidad en el sistema de frenos” y que, ante una rotura del cable, volvía “inevitable” un accidente de grandes dimensiones porque no eran capaces de frenar el vehículo.
Carris dijo en un comunicado que “no es posible en este momento decir si las no conformidades en el uso del cable son relevantes para el accidente o no”.
Por LATINUS