Los fieles creyentes se congregaron para solicitar la intercesión del patrono de las causas difíciles, participando en rezos, rosarios y danzas que reflejaron la profunda fe de las familias
Liz de la Fuente
LA PRENSA
Desde la noche del lunes, la comunidad católica de Sabinas se reunió para dar inicio a la Fiesta Patronal 2025 en honor a San Judas Tadeo, patrono de las causas difíciles. La Parroquia de Guadalupe se llenó de luces de velas y rezos, mientras los fieles entonaban rosarios en peregrinación que se extendieron por los distintos sectores del municipio.
A temprana hora del martes, la Parroquia se llenó nuevamente de cantos y oraciones al celebrar las tradicionales mañanitas. Las voces de los devotos se unieron en un coro de gratitud y esperanza, mientras muchos elevaron sus peticiones personales, pidiendo la intercesión del santo en asuntos de salud, trabajo y bienestar familiar.
La jornada central incluyó dos Misas Solemnes, siendo necesario celebrar una de ellas en el exterior del templo para recibir a la multitud que acudió a venerar al patrono. La emoción se percibía en cada rincón: niños llevando flores rojas, familias con imágenes de San Judas y peregrinos que caminaron kilómetros para cumplir sus promesas y fortalecer su fe.
Además de los oficios religiosos, la celebración tuvo momentos de convivencia con la tradicional lotería y kermés, donde las familias compartieron alimentos y alegría, reforzando la unidad comunitaria que caracteriza a estas festividades.
El párroco Romeo Sánchez García invitó a todos los asistentes a vivir la fiesta con fervor y devoción, recordando la grandeza del ejemplo de San Judas Tadeo, cuya intercesión es buscada en los momentos más difíciles. Para los coahuilenses, esta celebración no solo es un acto religioso, sino una reafirmación del amor y la esperanza que los une como comunidad.
Al caer la tarde, las luces y velas iluminaban la Parroquia de Guadalupe, testigo silencioso de la fe y la devoción de cientos de creyentes que, un año más, honraron al santo que simboliza esperanza y consuelo frente a las adversidades de la vida.