Con una habilidad extraordinaria para crear obras monumentales con aerosol, el artista urbano ha hecho del trabajo creativo su propósito de vida
Alberto Rojas Carrizales
LA PRENSA
Mientras su diestra trabaja hábilmente con aerosol en la barda del Panteón Municipal Guadalupe, el artista urbano Honer Josué Delgado dice que transformar muros grises en obras de color y significado se ha convertido en el propósito de vida, sumando 26 años de trayectoria de los cuales 21 los ha dedicado plenamente a vivir de su arte.
Cuenta que desde muy joven encontró en el spray una extensión natural de su imaginación, “inicié en la secundaria, alrededor de los 13 años, y a los 18 ya hacía trabajos para negocios, con eso comencé a tener mis primeros ingresos, de hecho, con el grafiti pagué mi carrera universitaria.”
Recuerda que en aquellos años, el grafiti no gozaba de la aceptación social que hoy ha conquistado, porque eran vistos como vándalos, además el estereotipo de que los grafiteros andaban en pandillas drogados, incluso se pensaba que si pintaban una casa era porque iban a robar ahí.
“Ahora somos los nuevos muralistas, hemos hecho muchos trabajos para varios municipios y también para el sector privado, hoy la gente busca el grafiti como una forma de arte decorativo, son clientes que aprecian el arte, provienen del sector privado, desde dueños de casas particulares hasta restaurantes y empresas que buscan dar vida a sus espacios”, añade enseguida.
“Me piden desde decoraciones para habitaciones infantiles, muy coloridas y animadas, hasta murales más sobrios y elegantes para salas o salones de eventos, todo se hace con aerosol, pero lo que cambia es el acabado y la intención estética”, explica mientras mueve la muñeca de su mano derecha para acomodar ingeniosamente la pintura en la barda del panteón de la avenida Acereros.
Revela que durante los últimos años, sus trabajos han abarcado una amplia variedad de temáticas, desde paisajes urbanos como la silueta de Nueva York o rascacielos que estuvieron muy de moda hace algunos años hasta murales con fuerte carga simbólica y cultural como en el caso del cementerio.
Honer, empezó a trabajar este miércoles en el Panteón Municipal, donde está retocando un mural que pintó en 2022, “le estoy haciendo algunos cambios para que se vea más atractivo, voy a pintar los rostros de unos angelitos, para que se mire algo tierno y tenga relación con el Día de Muertos, debe estar terminado a más tardar este jueves”
El artista explica que su primer mural en ese sitio representó a la Catrina, figura icónica de la cultura mexicana y símbolo de la muerte porque es la manera en que los mexicanos ven la muerte, con respeto, pero también con color y vida, dice.
“Agregué un colibrí en tonos fantasmales y esqueléticos, porque este ave tiene un papel importante en algunas historias prehispánicas: se dice que las almas regresan en forma de colibrí para visitar a sus seres queridos, añade que su trabajo lo lleva a recorrer con frecuencia diferentes municipios de Coahuila.