Cargill, con una deuda de 841 mdd, tiene el voto clave para aprobar la subasta prevista para enero de 2026
Por: Alberto Rojas Carrizales
LA PRENSA
La reapertura o desaparición definitiva de Altos Hornos de México, y MINOSA, descansa en los acreedores con créditos de garantía hipotecaria, la sindicatura de la quiebra estimó que aprobarían el avalúo y el plan de subasta como una sola unidad operativa para inmediatamente lanzar la convocatoria y celebrar la subasta en enero de 2026.
El destino de AHMSA está en manos del principal acreedor Cargill Financial, a quien la empresa adeuda 841 millones 069 mil dólares, luego AFIRME con créditos garantizados por 209 millones 330 mil dólares; PEMEX con 48 millones 931 mil dólares; UNIFIN Financiera con 36 millones 356 mil dólares; CATERPILLAR 9 millones 18 mil dólares y finalmente TUBACERO con 2 millones 248 mil dólares 146 mil
Lo anterior arroja una cartera de deuda de 1146 millones 954 mil dólares colocándolos al frente de las principales líneas de producción de placa y lámina de Altos Hornos de México, se cree que actualmente el síndico Víctor Aguilera Gómez está en negociaciones con los acreedores privilegiados mencionados.
El tema de las conversaciones sería para alcanzar un acuerdo respecto al porcentaje que obtendrán en el pago de sus créditos en caso que AHMSA MINOSA sea vendida al mejor postor en la subasta la cual podría ser en enero.
Se sabe que el síndico Víctor Aguilera Gómez se encuentra actualmente en negociaciones directas con los acreedores privilegiados, en un intento por alcanzar acuerdos previos que faciliten el proceso de venta y permitan definir con claridad el porcentaje de recuperación que cada uno obtendría en caso de concretarse la subasta.
El voto de Cargill Financial, es esencial, a quien la acerera adeuda 841 millones 069 mil dólares, su voto es determinante para validar tanto el avalúo como las bases de la subasta, pues su nivel de exposición financiera lo coloca en el punto central de toda decisión.
Si los acreedores aceptan, la subasta se programará de inmediato y AHMSA podría encontrar un nuevo operador que reactive las plantas siderúrgicas y mineras, pero si rechazan el avalúo o las bases, no habrá venta, y los activos podrían desmembrarse, permitiendo que cada acreedor tome posesión de los bienes que garantizan sus créditos, lo cual conduciría al desmantelamiento definitivo de la empresa.