Por Mariana González
Mi llave no es para tu puerta.
O, posiblemente, tu puerta
no está lista aún para mi llave
(o yo no estoy lista para abrirla).
De cualquier manera no se abre.
Hay un por qué aunque no lo entienda.
Entiendo que no la debo forzar.
Podré romper la puerta o derribarla,
pero mi entrada no es bienvenida.
Tendría que ser violenta y a la fuerza.
Estoy segura que mi llave abre otras puertas,
sólo no he encontrado las correctas.
Gracias por leerme.
Gracias por existir.
Te amo.
MG
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